Descontento con la Policía Local de Almería

Teleprensa

Editorial

La Policía Local de Almería está descontenta y el alcalde de la ciudad, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, también lo está con la Policía Local, y esto es lo sorprendente. Aunque aparentemente se había llegado a un clima de cierta calma, lo cierto es que la ausencia de miembros del equipo de gobierno en los actos del patrón de este cuerpo no ha hecho sino evidenciar aún más la nula sintonía que existe entre el cuerpo policial y quien gobierna en la capital.

Un acto de la Policía Local

Que los policías no estén contentos con los medios de que disponen para hacer su actividad, sientan que son pocos y difieran sobre cómo se está organizando su trabajo entra dentro de la conflictividad laboral que padecen muchos colectivos, aunque en este caso el agravante reside en que esta sensación se arrastra desde hace demasiado tiempo y eso sólo evidencia falta de capacidad política para al menos ir acercando posturas. Pero si esto es en si un problema aún se agrava más con personas a las que les viene grande el puesto de alcalde porque sólo lo usan para que se les haga el paseillo y se olvidan de su condición cuando los demás discrepan de él, se lo hacen saber y le exigen compromisos.

El alcalde no quiso decir claramente en el último pleno por qué no acudió al acto de la Policía Local. Tal vez la vergüenza le impidió pronunciar en alto las razones de esta decisión, pero desde luego no fue un despiste con las fechas ni sus asuntos como senador se lo impidieron, eso sí lo dejó claro. Una muestra más del talante de quien gobierna en Almería.

Lo curioso es que el turbio asunto de la Policía Local, por el que hasta la concejala del área ha puesto su cargo a disposición del primer edil, ni siquiera lo sacó la oposición con representación en el pleno sino que vino de las filas de UPyD desde el banquillo del público en el turno de ruegos y preguntas.