Mónica Ureta
El Correo de Andalucía
Joven, sin estudios, que antes trabajaba en el ladrillo y que vive en una
gran ciudad. Esa es la cara más amarga de la crisis en Andalucía, el perfil más
perjudicado desde que la economía empezó en caída libre. Desde 2007, en la
comunidad se han destruido 591.500 empleos, dos de cada tres en el sector de la
construcción, y el colectivo más castigado es el de los menores de 35 años. El
paro joven ha aumentado en los últimos cinco años en 372.000 personas en
Andalucía (de las 918.800 de todas las franjas de edad), básicamente por la
brutal destrucción de puestos de trabajo. La mitad no tenía estudios (un 46,5%)
y provenía del milagro del ladrillo, que sacó de las aulas a miles de chavales
para ganar un buen sueldo a pie de obra.
Unos datos alarmantes |
Pero cuando estalló la burbuja inmobiliaria, miles de jóvenes andaluces
se quedaron laboralmente en la cuneta. Algunos han vuelto a los estudios
impulsados por las administraciones y conscientes de que sin cualificación les
será muy difícil reengancharse al mercado. Este hecho se traduce en que la tasa
de abandono educativo temprano en Andalucía ha pasado del 38,5% en 2008 al 29%
en 2012. Son datos de un informe de diagnóstico realizado por la Consejería de
Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, al que ha tenido acceso este
periódico. La
Junta acaba de aprobar esta semana un paquete de veinte medidas, ya pintadas en
el Presupuesto andaluz para 2013, que dedicará 500 millones de euros para crear
42.000 empleos durante el próximo año, 29.000 de ellos para jóvenes. El plan,
muy criticado por el PP-A y por el Gobierno de Mariano Rajoy, pone el foco en el
rescate de los menores de 35 años, cuya tasa de paro en la comunidad es
alarmante (el 43% frente al 34,6% global). En el tramo de 16 a 24 años la cifra
de desempleo se dispara al 62,3%.
La Junta destinará 167 millones a un bono
joven de 400 euros al mes durante un año para jóvenes de la FP y la Universidad
o aquellos que se hayan acogido al Plan Segunda Oportunidad para los expulsados
del sector de la construcción. El Gobierno andaluz les dará una ayuda directa a
ellos, lo que permitirá que el empresario solo tenga que pagar un salario mínimo
por su contrato porque el resto lo completa la administración. El paquete de
empleo aprobado el martes incluye también créditos a bajo interés (125 millones)
e incentivos al autoempleo (25 millones) para jóvenes. Esta semana, el Ejecutivo
de Mariano Rajoy ha cerrado con sindicatos y patronal un plan de empleo juvenil
dotado con 3.500 millones aunque aún se desconoce la cantidad que llegará a cada
comunidad. Andalucía, además, aspira a quedarse con 223 millones del programa
específico contra el paro juvenil de la Unión Europea, que inyectará unos 912
millones a España.
Una de las medidas que prepara la Junta es un mapa para hacer una
radiografía de diagnóstico de las necesidades de empleo en las ocho provincias
andaluzas, por sectores y demás variables. Cádiz, la más azotada por el paro,
será la provincia preferente. Según datos de la consejería que dirige Antonio
Ávila, la pérdida de afiliaciones a la Seguridad Social se concentra en las
grandes ciudades andaluzas, mientras que en las ciudades medias y municipios
rurales, en general, no se ha destruido empleo. Además, de los 591.500 puestos
de trabajo perdidos en la comunidad [ver mapa], 113.000 fueron en Sevilla,
seguida de Málaga (111.700), Cádiz (92.100), Granada (69.000), Almería (67.300),
Córdoba (56.600), Jaén (49.000) y por último Huelva (32.900).
Población Activa
En Andalucía se produce una confluencia
de dos factores que resulta letal para el empleo. Por un lado, el motor
económico de la comunidad ha sido durante muchos años el ladrillo, que atrajo a
miles de jóvenes por el dinero fácil, y, por otro, Andalucía es de las regiones
donde más crece la población activa. Desde que comenzó la crisis, 327.300
personas en edad de trabajar se han querido incorporar al mercado laboral. Esto
último explica que el paro haya aumentado en un 80%.
Como se apunta
anteriormente, la destrucción de puestos se concentra en la construcción pero,
al margen de ella, hay 29 ramas de actividad en las que se ha creado empleo
(concretamente 82.170 trabajos) durante la crisis, por ejemplo en servicios
sociales, servicios a las empresas, industria del papel, minería, transporte
marítimo y refino de petróleo. Desde que comenzó la recesión, todo el empleo se
ha destruido en el sector privado, mientras que el sector público ha creado
28.600 puestos.
El paro, principal preocupación de los ciudadanos, se ha convertido en un
drama social. El 15,4% de los hogares andaluces (457.200) tiene a todos sus
miembros sin trabajo. De ellos, 108.200 hogares no cuentan con ningún tipo de
ingresos. Además, el paro de carácter estructural ha aumentado
significativamente y ya hay 622.000 personas más que llevan más de un año
buscando un empleo.
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