Fiarse del dato

José Fernández

Periodista

A pesar de las protestas mayoritarias del sector turístico, de los vecinos, de los hosteleros, de los sindicatos y de todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Almería, (PP-PSOE-IU) el consejero de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, ha defendido en el Parlamento Andaluz el cierre de nuestra Alcazaba en las tardes de verano basándose en dos razones de peso: la primera es la habitual referencia a la Culpa Global de Mariano I el Maléfico, despótico regidor del Hades y Némesis de la Decencia, la Justicia y el Progreso, etcétera.  Faltaría más, don Luciano.

Luciano Alonso

Ahora bien, la segunda explicación parece tener algo más de enjundia: según un estudio presentado por el propio Consejero, sólo el 5% de las visitas al monumento se producirían por la tarde. Hay que admitir que ese argumento mejora un poco el sombrillazo intelectual propinado por la delegada del ramo en Almería, Isabel Arévalo, que justificó el cierre afirmando que a esas horas todos los turistas estaban en la playa. Y no mencionó los chiringuitos, probablemente, por la inexplicable manía que la Junta tiene con estos establecimientos.

Pero los datos son como los nombres escritos en la arena, María Isabel, porque forzosamente tenemos que recordar que el último dato ofrecido por este señor y referido a Almería no es que estuviera escrito en la arena, sino directamente sobre el viento, ya que fue Luciano Alonso el que dijo que la Extreme Sailing Series (in the morning) atraía a ¡60.000 visitantes! a nuestra ciudad en el Puente del Pilar para ver una regata.  Ya ven que hace falta ser muy malvado para no fiarse de los datos del consejero.