Kayros
Periodista
La Feria Internacional del Turismo (Fitur) es nuestra ventana al mundo. Como
la moza casadera ataviada para el cortejo así se muestran ante el visitante
foráneo las regiones españolas. Desde la geografía a la historia. Desde la
gastronomía a las costumbres y formas de vida. El turismo es sin duda el sector
menos castigado por la crisis. Los muchos millones de turistas que nos visitan
cada año dan cuenta palmariamente de un hecho innegable y es que el producto
España mantiene su tirón en el mercado de las rutas del ocio viajeras.
Marca España |
Ahora
bien, una serie de desdichas se acumulan contra este país de vez en cuando.
Tenemos seis millones de parados y un pueblo cabreado al que no le queda otro
remedio que salir a la calle a protestar. Nos vamos pareciendo cada vez a Grecia
que a pesar de sus alicientes geográficos y culturales la vida allí se hace
difícil. Como ha dicho el ministro Margallo la Marca España se resiente también
con cualquier tropiezo en la economía. Y ahora, por si nos faltaba algo, acaba
de estallar el escándalo Bárcenas que alguien califica como una bomba sobre el
partido del Gobierno.
El turista ávido de gozar sus días de ocio bajo el claro
sol de España habrá hecho una mueca de desagrado al leer las portadas. No faltan
noticias sobre la desafección de los públicos a los espectáculos por culpa de
los nuevos impuestos a la cultura. Y esto es seguramente otro obstáculo para
esos turistas que no se contentan solo con la playa sino que buscan otros
alicientes de carácter intelectual. En suma, la Marca España, tantos años
cuidada y mantenida como un conjunto de excelencias, puede estar perdiendo
músculo por culpa de la corrupción política y otras corrupciones. La Cospedal
dice que no pasa nada, pero su cara se parece mucho a la de Nuestra Señora de la
Desolación.
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