Juan Sánchez
Periodista / eldiario.es
El invernadero que cultiva y gestiona la empresa Clisol Agro ha
recibido en el último año más de 20.000 visitas turísticas. Lola Gómez,
empresaria que este año es distingida con una de las Medallas
de Andalucía, es la gerente y ‘alma mater’ de esta peculiar empresa
almeriense, especializada en la producción de hortalizas y el agroturismo en el
municipio de El Ejido. Ella afirma que los invernaderos, comúnmente vistos como
un elemento negativo para el paisaje y para el turismo, se han convertido en un
atractivo más que notable “porque la gente quiere saber cada vez más lo que come
y de dónde procede”.
Lola Gómez, en su invernadero |
La empresaria inició la actividad a principios de la pasada década,
sin ayudas y sin más experiencia que su vinculación con la agricultura intensiva
desde que era una niña. Sin más estudios que la educación primaria, se ha
convertido en una de las mayores expertas internacionales en
materia de turismo industrial y su ‘magisterio’ la ha llevado a varios
países latinoamericanos, a formar parte de comités nacionales, y a impartir
docencia sobre esta temática en jornadas, seminarios, cursos, e incluso en
algunas de las citas ineludibles para el sector hortofrutícola, como la última
Fruit Logística de Berlín.
No hay un perfil único ya que las visitas están adaptadas a
cualquier edad o cualquier nivel de formación. Más de 4.000 de esas visitas son
escolares y estudiantes procedentes de Almería y de varias provincias españolas.
Menudean asimismo grupos de profesionales de la agricultura llegados desde
varios países europeos, pero también desde América, China o Japón. Y por
supuesto están los turistas ‘puros’, personas interesadas en conocer cómo son
por dentro esas estructuras que pueblan la comarca del Poniente almeriense hasta
el punto de ser uno de los dos puntos del planeta visibles desde el espacio,
junto a la Gran Muralla de China.
Y, bajo el plástico, la sorpresa de saber que un invernadero es la
recreación de una situación natural óptima para el cultivo. Allí aprenden cómo se miman las plantas desde su nacimiento, valoran la
utilización de la lucha biológica para evitar el uso de plaguicidas y
agroquímicos, y se asombran de la calidad que se obtiene de unos frutos
que, en su inmensa mayoría, van a parar a los lineales de los grandes
establecimientos europeos, aquellos que gozan de una clientela de elevado poder
adquisitivo.
Lola Gómez reina bajo esa capa de plástico. Su escasa formación no
le impide haber alcanzado un alto grado de profesionalización. Una década
después del inicio de su actividad agroturística realiza las
visitas en inglés, en francés y ya se atreve con el alemán, es capaz de
trasmitir a niños y mayores la emoción de trabajar con seres vivos (así entiende
la agricultura), y también de debatir con los ingenieros, biólogos o economistas
los secretos del día a día de un sector complejo, hecho a sí mismo, y que es
casi el único que en esta época de recesión ha sido capaz de seguir presentando
datos de crecimientos anuales, incremento de la facturación o generación de
empleo.
Reconocimientos empresariales
Entre los argumentos del Consejo de Gobierno para otorgar una de
las Medallas de Andalucía que se entregan el 28 de febrero, la Junta señala que
Lola Gómez adquirió con 22 años su primer
invernadero, y posteriormente completó su etapa formativa en el
programa de alta gestión para directivos de empresas agroalimentarias del
Instituto Internacional San Telmo. "La empresaria almeriense intenta
desmitificar las creencias erróneas sobre la agricultura mediterránea bajo
plástico, mediante la organización de visitas guiadas en las que explica los
aspectos tecnológicos y ambientales de sus instalaciones con la experiencia
acumulada de 35 años", argumenta la Junta.
Gómez
Ferrón ha recibido a lo largo de su carrera profesional más de un docena de
reconocimientos, entre los que destaca el 'Premio Empresaria Andaluza del Año',
concedido en 2004 por la Confederación de Empresarios de Andalucía; el Premio
Meridiana 2003, en la modalidad 'Empresas de Mujeres', y el premio 'Mejor
Empresario', otorgado en 2005 por la revista 'Actualidad Económica'. Dolores
Gómez es vocal de la Confederación Empresarial de la Provincia de Almería y
miembro del Pleno de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación almeriense.
También es profesora del Centro del Instituto de Investigación y Formación
Agraria de La Mojonera (Almería).
Clisol Agro cuenta, entre otras instalaciones, con un invernadero
I+D+I, otro de producción en suelo tradicional enarenado, y un tercero con
sistema hidropónico, donde se producen tomates, pepinos, pimientos berenjenas y
calabacines.
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