Javier Aureliano García
Secretario Provincial del Partido Popular
Cualquier andaluz sabe que la Junta de Andalucía es incapaz de generar un marco
estable de confianza y prosperidad que permita la creación de empleo. Treinta
años de gobierno ininterrumpido no han servido más que para cimentar una amplia
red de clientelismo, dependencia y militancia remunerada, pero no de empleo para
todos los andaluces. El actual gobierno bipartito PSOE-IU es responsable directo
de una situación de deriva acumulada y derroche imparable que ha hecho de
Andalucía el epicentro del desempleo en España y Europa. Y ante esa situación de
auténtica emergencia social, el bipartito ha vuelto a tirar de repertorio para
aprobar un plan de choque contra el paro vacío de contenido, compuesto de
refritos de anteriores fracasos y que evidencia una enorme falta de respeto al
36% de andaluces que están en la cola del desempleo. Hace unos días hemos visto
a los responsables socialistas en plena gira propagandística, presentando este
conjunto de medidas sacadas de la manga como si estuvieran mostrando las claves
de la creación de empleo y prosperidad, cuando en realidad no es más que un
nuevo -otro más- gesto de propaganda destinado a cubrir el expediente. Sin
más.
Valderas y Griñán, "campeones de la opacidad" |
La clave que demuestra que este plan es tramposo y propagandístico
es la falta de ejecución presupuestaria en políticas activas de empleo: 1.973,59
millones en el periodo 2008-2011 (48,6 %) y solo 4 de cada 10 euros entre enero y
noviembre de 2012 (un 41,8 %). Si realmente tuvieran capacidad y aptitud de crear
empleo, los socialistas y sus socios comunistas ya lo habrían demostrado a lo
largo de estas últimas tres décadas.
Sin embargo, las cifras de desempleo
demuestran el verdadero alcance de su incapacidad para actuar con diligencia y
eficacia. Por eso los señores Griñán y Valderas son los campeones de la opacidad
y de la falta de transparencia porque anuncian la continuidad de planes de
empleo que no tienen una consignación presupuestaria clara, propia y
diferenciada en el Presupuesto de la Junta de Andalucía para 2013. Y lo peor es
que con estos anuncios, estas campañas y estas mentiras están jugando con la
ilusión y la esperanza de miles de andaluces, parados de todas las edades, que
se encuentran en una situación de amargura e incertidumbre por tener ganas y
capacidad de trabajar pero no tener dónde hacerlo.
La mejor prueba de la falacia
de este “paquete de medidas” es que las iniciativas aparecen difuminadas en
partidas destinadas a diferentes consejerías en lugar de consignarlas
directamente a la Consejería de Empleo. De ese modo, y llevados de la plena
seguridad de que sus anuncios no van a generar resultados tangibles, intentan
camuflar el inevitable fracaso del proyecto evitando que alguien pueda preguntar
directamente en Empleo por el resultado de las inversiones anunciadas. Y si este
fraude propagandístico resulta especialmente intolerable en un aspecto es en el
descarado mercadeo de votos que supone la ocurrencia del famoso bono de 400
euros mensuales para los desempleados más jóvenes.
Una vez más queda clara esa
improductiva tendencia de los socialistas a crear grandes bolsas de personas
dependientes de una subvención que ayude a cubrir los mínimos de supervivencia,
pero sin generar las medias que les permitan despegar, crecer y consolidarse. Y
eso es condenar a una comunidad y a varias generaciones de andaluces al atraso y
a la dependencia del poder político de turno. No se puede prometer inversión y
empleo cuando en realidad se está invirtiendo menos que en años anteriores y no
se paga a los proveedores por las obras y servicios, lo que repercute
negativamente en la continuidad de los mismos y pone en peligro la continuidad
de muchos puestos de trabajo. Esa es la realidad andaluza. El resto son
propagandas de la Junta de Andalucía.
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