José Luis Sánchez Teruel
Secretario General del PSOE de Almería
Se nos fue el mes de enero y entró febrero con un fuerte anticiclón que nos deja
las mañanas heladas y las tardes tibias. Mañanas de titulares que enfrían el
país y medios días de declaraciones calientes que no se aguantan ni diez minutos
en el papel. Así hemos ido engullendo estos días las informaciones sobre el caso
Bárcenas y los supuestos sobresueldos en el Partido Popular: Entre el frío de
las noticias y el insoportable sopor de las declaraciones de los populares
exculpándose de todo. Negar la mayor ante las informaciones que han ido
apareciendo, a pesar de que quién está en el ojo del huracán haya estado
haciendo y deshaciendo en el Partido Popular durante décadas, sólo sirve de
consuelo a los más acérrimos a la causa; al resto, a la gran mayoría de
ciudadanos y ciudadanas de este país les causa un tremendo estupor, indignación
y vergüenza. Todo esto sucede, además, en un país agobiado hasta la extenuación
y ante la imagen noqueada de Mariano Rajoy, del presidente del Gobierno y líder
del Partido Popular que anda en estos días persiguiendo su sombra sin
encontrarla.
Portada de El Periódico |
La legislatura que Rajoy comenzó con mayoría absoluta, con
un programa electoral desmontado ladrillo a ladrillo por sus propias decisiones
y contradicciones, será recordada en los libros de historia como la de los años
más convulsos en lo económico y en lo social. Sin embargo, ocupará un gran
apartado relevante el espacio que se destinará a contar las vicisitudes de un ex
tesorero; de un todo poderoso dirigente del Partido Popular venido a menos, que
viéndose acorralado tiró de la manta y dejó al descubierto millones en Suiza y
una razonable duda sobre el proceder de su partido.
Cuando los populares
hablaban de la herencia recibida quizás, realmente, se referían a todo lo que se
ha publicado en los últimos días. El testamento que aparece en las cuentas, las
anotaciones de ingresos y pagos, deberá de investigarlo la justicia. La última
voluntad, sin embargo, la tendrá la respuesta de la ciudadanía, que no entenderá
otra cosa que no sea la de apartar de la vida pública a todas las personas que
han obrado de forma deshonesta y que se pongan todas y cada una de las presuntas
irregularidades en manos de los jueces. Eso es lo que todos esperamos del
Partido Popular. Que en lugar de esconderse y taparse en estas mañanas tan
frías, actúe con responsabilidad ante este gravísimo asunto. Todo lo demás es,
como dice la canción de Sabina: Mucho, mucho ruido, ruido de ventanas, nidos de
manzanas que se acaban por pudrir. Mucho, mucho ruido, tanto, tanto ruido…
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