Emilio Ruiz
www.emilioruiz.es
En
esta endiablada situación en la que estamos viviendo por culpa del “Caso Bárcenas”, en la
que cobran especial protagonismo nuestros dirigentes políticos, se intenta
establecer con el ciudadano de a pie cierta labor de interacción con el ánimo
de conducirle al convencimiento de que la razón está de una parte y no de otra.
Esa labor de convicción es necesaria realizarla y para los políticos se
convierte en obligación. Pero, analizando los mensajes desde el punto de vista
del receptor –que es usted, soy yo y somos la mayoría de los ciudadanos-, con
frecuencia tenemos la sensación de que muchos, muchísimos, de nuestros
políticos nos toman a nosotros, sus electores, como seres inmaduros con una
formación básica más que deficiente, rayando la subnormalidad. Voy a exponer
algunos casos de esto que denuncio.
1.-
Por empezar por el último, cuando redacto estas líneas está acabando la rueda
de prensa de Alfredo Pérez Rubalcaba, en la que ha pedido la dimisión del
presidente del Gobierno. El secretario general del PSOE ha argumentado buena
parte de su discurso, en el turno de preguntas, en las manifestaciones que,
según él, ha hecho María Dolores de Cospedal de que fue ella la que puso fin a
esta práctica de sobresueldo. Sobre esas supuestas palabras de Cospedal Rubalcaba
ha elaborado un enorme castillo de conclusiones. Pero hay un problema: De
Cospedal nunca se ha manifestado de esa forma. Lo sabe Rubalcaba. Es
comprensible incluso para un parvulito: manifestarse de esa forma supone reconocer
la práctica presuntamente ilegal, y esa práctica ella nunca la ha reconocido. Las
declaraciones de Cospedal siempre han circulado por dos vías: una, no le
constan los sobresueldos, y otra, los documentos son falsos.
2.
Dijo Mariano Rajoy que los documentos que publica El País son apócrifos. Hay
que ser muy retorcido con el diccionario para encontrar en el caso un acomodo a
la palabra apócrifos. Dicho de la manera que lo dijo, el presidente del
Gobierno transmitió la sensación de que esos manuscritos no corresponden al
autor que parece que es. Si pretendía convencernos de eso, tomó a sus interlocutores
por inmaduros, pues ni siquiera el propio Bárcenas ha desmentido que esos
documentos están escritos de su puño y letra. Serían apócrifos si los hubieran
escrito los periodistas de El País. Tampoco, parece, los documentos son falsos,
como tantas veces repitió Rajoy. Seguramente el presidente querría decir que es
el falso el contenido de los documentos.
3.-
Por favor, que ningún político nos diga más que va a exponer su declaración de
la renta en tal o cual portal. Eso solamente deben hacerlo quienes están
acusados de no presentar declaración de la renta estando obligado a hacerla.
Esto que se está tratando aquí no tiene nada que ver con la declaración de la
renta. Lo mismo se podría decir del depósito de las cuentas de un partido en el
Tribunal de Cuentas. Obviamente, no se va a depositar en el Tribunal de Cuentas
la contabilidad “b” de un partido. Del mismo modo que ningún comerciante
declara a Hacienda lo que vende en “b” ni ninguna empresa deposita en el
Registro Mercantil su contabilidad en “b” si la lleva. Son principios tan
elementales que quien recurre a ellos como conclusión da a entender que no
conoce ni eso, ni los principios elementales.
4.-
Por último y también por favor, que nadie ofenda más nuestra inteligencia ofreciéndonos
una auditoría interna. Ni interna ni externa. Los auditores auditan la
contabilidad que se les ofrece, y nadie ofrece lo que no debe ofrecer. Y, por
cierto, también es ofensivo convencernos de que en una semana se ha despachado
una auditoría contable de varios años de un partido de ámbito nacional. El auditor
de cuentas más inexperto sabe que cualquier auditoría de cualquier empresa de
un solo ejercicio contable necesita, para ser completa, mucho más que una
semana. Si Carmen Navarro asegura que ha auditado la contabilidad del PP de
varios años en cinco días, entonces habrá que darle la razón a aquellos
sevillanos del chiste que aseguraban que su catedral la construyeron en
cuarenta y ocho horas.
Piensa siempre en la prostituta que estaban lapidando según el Evangelio,.......qué dijo Jesús......búscalo, aplícalo...........sí quieres......
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