Joaquín Jiménez
Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Almería
Si algo tienen en común los fenómenos meteorológicos es que son inevitables. Cuando se avisa tormenta, el informe puede estar o no equivocado, pero cuando dice de llover, no hay fuerza humana que lo detenga. Desde nuestra posición, tenemos una visión global de cómo evolucionan los acontecimientos y estamos en disposición de afirmar que sobre la Casa Consistorial se ciernen elementos adversos que amenazan con descargar sobre el equipo de gobierno. Servicios básicos para la ciudad, como la limpieza, el transporte público, la policía local, los bomberos, la ayuda a domicilio o la teleasistencia, amenazan con quebrar su normal funcionamiento por el descontento generalizado de los trabajadores, tanto de los públicos, como de aquellos que corresponden a empresas adjudicatarias de los mismos.
Camión de basura |
El detonante podría ser la intención del alcalde de sacar a concurso el servicio de limpieza de forma separada, uno para la recogida de residuos y otro para el barrio de las calles. Conviene apuntar que, como consecuencia de la modificación del contrato del servicio aprobada el pasado verano, la limpieza de la ciudad en 2013 tendrá 880.000 euros menos, lo que conllevará que haya 63 trabajadores menos desde enero hasta el próximo septiembre. La rebaja para este año va a dar como consecuencia 40 barrenderos menos, cinco menos en la bolsa del personal de apoyo en verano, uno menos en el refuerzo de verano de lavado de contenedores, 15 menos en baldeo mixto de refuerzo, otros 15 menos en barrido manual. Todo es consecuencia de la modificación del contrato. Y todo ello sin que hayamos notado la consiguiente rebaja en el recibo de la basura y en la tasa, como cabría imaginar, ya que si el Ayuntamiento paga menos, los ciudadanos, entendemos que también.
Así que, de origen, ya empezamos mal; el alcalde parte con el descontento y la preocupación por su futuro de los 315 trabajadores de la empresa concesionaria y tenemos serias dudas sobre cómo se va a llevar a cabo este proceso, dado que los dos nuevos concursos se pueden traducir en menos empleo. El alcalde debería fajarse en estos temas, si quiere que los ciudadanos tengamos un año sin la conflictividad social que ha habido en otras ciudades. Pero debe hacerlo ya. Esperemos que a pesar de los truenos que escuchamos desde la oposición, cuando empiece a llover no le pille al alcalde en el Senado y que estemos a tiempo que dar un cambio al parte meteorológico, por el bien de los trabajadores y de todos los ciudadanos.
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