Eloísa, ¿cuándo vas a dimitir?

Marcial Vázquez

Teleprensa

A pesar de que nuestro país la mayoría de días parezca una dictadura protofascista y bananera, a veces existe un rincón para la democracia y para la justicia poética, porque ya si esperamos justicia de otro tipo la cosa se complica demasiado, sobre todo si median de por medio políticos del PP. Como vengo denunciando desde hace ya algunos años, Almería es una provincia donde se reproducen todos los vicios y corruptelas que afectan a nuestro sistema y a nuestra convivencia política: caciques intocables, concejales que se creen Churchilles, medios comprados, silenciados y prostituidos para mayor gloria del Partido Popular almeriense, etc… Pero, como digo al principio, y recordando a Serrat, “de vez en cuando la vida te besa en la boca”. Y así después de que cierto digital almeriense vertiese basura infame sobre el supuesto sueldo de Rosalía Martín, de Izquierda Unida, este jueves hemos visto quien de verdad tiene basura, y mucha, y no solamente de hechos sino de retratos también: el coche particular, en realidad uno de ellos, de la alcaldesa ad hoc de Roquetas de Mar, Eloisa Cabrera, la cual aún no ha dimitido cuando escribo este artículo.

El coche, desarmado

No es casualidad, aunque lo parezca, que esta denuncia haya sido presentada por IU de Roquetas de Mar, ya que es la única oposición efectiva, real e insobornable que existe en el municipio. Si tenemos que esperar a que el PSOE de Roquetas sea una alternativa al régimen amatista, podemos esperar sentados, por lo menos hasta que el portavoz local del partido socialista deje de ser un ex socio, como mínimo, del actual faraón de la Rábita, que según me cuentan quizás esta semana santa sea sacado en procesión contando como costalero único a Rafael Leopoldo.

Eloísa Cabrera es el más vivo ejemplo de por qué nuestro país está al borde del precipicio en todos los sentidos. La crisis financiera y económica es verdad que ha venido a desnudar el vacío y la mediocridad que existían, en muchos casos, detrás de los gobiernos de nuestro país, en todos los niveles, pero solamente ha precipitado las consecuencias de los desastres venideros al estar dirigidos por políticos incompetentes, incapaces, y totalmente irresponsables, como es el caso de Cabrera. No solamente no está capacitada para cualquier labor de gobierno, sino que ejemplifica el endiosamiento, la prepotencia y la impiedad que tienen muchos de los actuales dirigentes del PP cuando se trata de demostrar que aquí quien mandan son ellos y que, además, son intocables. Y por si acaso también metemos en el partido y en el gobierno que corresponda a familiares directos que demuestren el caché del apellido político. También es verdad que otras meten a media familia en puestos hechos a medida aunque pasen pocos desapercibidos también por su descaro y desvergüenza.

No voy a negar que si medimos la utilidad política de los cargos por su competencia para ejercerlos, posiblemente tendríamos que suprimir todas las concejalías del ayuntamiento de Roquetas, porque la inmensa mayoría de ellos no son mejores ni que Gabriel ni que Eloisa. Tenemos ejemplos como la concejalía de “NTIC, estadística y documentación” (¡que manda pantalones!) que son claramente una excusa para ocupar en algo al tradicional “ministro sin cartera” franquista. En este caso, un tal Francisco Gutiérrez cuyo sueldo es absolutamente tirado a la basura. Como la concejalía de Mari Ángeles Alcoba, encargada de organizar dos eventos al año y cuya gestión podría realizarse por cualquier técnico municipal. No sé el total de estos dos sueldos anuales, pero seguro que servirían para ayudar a familias roqueteras con problemas para dar de comer a sus hijos y comprarles el material escolar.

Bien es cierto que luego tenemos concejalías invisibles, como la de Genoveva Sánchez que si no llego a consultar el organigrama de la corporación municipal ni siquiera sé que existe. Esto es como la de Luis Miguel Carmona, con la diferencia que siendo igual de inservible, y cuyas labores podrían ser realizadas por técnicos municipales, sí que sale en las fotos de familia y demuestra unas ansias de protagonismo que maquillan su acreditada inutilidad funcional (de su puesto, me refiero). Pero lo peor es que concejalías como la de Hacienda están bajo el mando de alguien que serviría más para el club de la comedia (inolvidable ese vídeo con el chiste de la selección e IU) que para lo que le pagan, es decir, para hacer números.

¿Cuál es la razón principal? Que no podemos esperar otra cosa cuando el cabeza de la “familia” a duras penas conoció el colegio. En la UNED de Almería aún resuenan las carcajadas de cuando fue a inaugurar el curso académico en nombre del Rey. Pero una cosa es hacer el ridículo y otra que te pillen con el carrito del helado. Por favor, Eloísa, no sigas arruinando el ayuntamiento, y ahora que tienes excusa dimite y vete a tu casa.