Macarena Ruiz Esquinas
Profesora
Federico García Lorca nació en Fuente
Vaqueros (Granada) el 5 de junio de 1898. En su casa natal estuvo hasta los siete años. Deespués
se mudó a Valderrubio, anteriormente conocida como Asquerosa, nombre que a
Federico le disgustaba bastante. Allí escribió
varias de sus grandes obras: La
Casa de Bernarda Alba, Yerma, Bodas de Sangre, Doña Rosita la
soltera…
La casa de Bernarda Alba, Federico la escribió
de la siguiente manera: su tía, que vivía al lado de la casa de los Alba- donde
realmente pasó ese drama-, dejó que su sobrino escribirse todo lo que allí se
escuchaba, casa con casa, pared con pared. La misma gente del pueblo aún lo desmiente: ¡tampoco es para tanto! ¡es mentira!... Pero no creo
que Lorca estuviese sordo. Por algo lo escribiría.
Federico |
Su padre, don Federico García Rodríguez, era un hombre rico y propietario de tierras, que con el paso del tiempo dieron
su fruto en la compra de varias propiedades y desarrollo de su tierra, Granada.
Se casó por primera vez con una mujer muy rica, propietaria de la casa de Valderrubio. Por segunda vez se volvió a casar con una
maestra de escuela, doña Vicenta Lorca Romero. Doña Vicenta trabajó de maestra durante
cinco años. Al casarse dejó de ejercer, pero no perdió contacto con la escuela,
ya que Federico y el resto de sus hijos estuvieron muy integrados en las
actividades educativas, motivadas por
la propia vocación de la madre. El
matrimonio tuvo cinco hijos: Paco, Federico, Concha, Isabel y Luis. Este
último murió de neumonía a los dos años de edad. En el dormitorio del
matrimonio, en la casa de Fuente Vaqueros, podemos ver encima de la cómoda una
figura de cerámica donde está grabado el nombre de Luis García Lorca
(1900-1902).
En Valderrubio y en las casas de campo de
la familia Lorca podemos ver la relación estrecha que Federico mantenía con “las muchachas” de la casa: mujeres que se encargaban de dar
el pecho y amamantar a los hijos de los ricos, contarles cuentos y cantarles
canciones populares. Las muchachas tenían su propia casa donde el mismo
Federico residía, como un segundo hogar, que comunicaba con el gran patio que
caracteriza a estas casas de campo, de patios verdes y frondosos, con huertos y
pozos en las esquinas y un rincón de lectura, frescos espacios donde contemplar
todas las fases de la luna.
Federico realmente disfrutaba de tanto cariño e
historias que le transmitían de niño. Educado en un ambiente de cariño y
“armonía” por un ambiente familiar y gente que le quería a él y al resto de sus
hermanos, Lorca tuvo una infancia feliz y confortable. Además, la música, en
especial, su amor al piano, al cante popular y la literatura unidas a otras
artes hicieron del genio y su don, un artista sensible, solidario y humano.
En la Residencia de
Estudiantes (fundada en 1910) se fundió todo lo mejor del ambiente cultural,
artístico y científico de Europa. La entrada de
Federico en la residencia fue como abrir una ventana al mundo. Artistas
como Luis Buñuel, Juan Ramón Jiménez, Miguel de Unamuno, Rafael Alberti… vieron
en Lorca a un verdadero artista y genio. La misma residencia fue la cuna y la
puerta de entrada a nuevos caminos. La Residencia fue una de las ideas precursoras de la Institución Libre
de Enseñanza, fundada por Francisco Giner de los Ríos en 1876.
Casa de los Lorca |
Uno de los grandes proyectos de Lorca y
un grupo de jóvenes que emprendieron una lucha literaria en Granada fue la Revista Gallo , una
revista literaria innovadora de la que solo llegaron a publicarse dos números.
Fue ilustrada por el mismo Salvador Dalí. Este grupo de jóvenes intelectuales y
Lorca querían mostrar el nacimiento de lo nuevo en la literatura, artes,
¡estaban abiertos al mundo! La misma idea fue truncada y fue imposible sacarla
adelante.
En Granada, en la Huerta San Vicente, nombre
dedicado a la madre de Federico, doña Vicenta, Lorca tuvo la oportunidad de
disfrutar todos los veranos, desde 1926 hasta 1936, de unas largas estancias de
tranquilidad, paz, alegría y noches de estrella junto a su familia y amigos
artistas que iban a verle. Allí escribió la mayor parte de sus obras. Al
visitarla, se pueden contemplar sus dibujos y pinturas, así como las de sus amigos Salvador Dalí y Rafael Alberti. En todas queda impregnado el
surrealismo de la época. Un Lorca surrealista que ilustraba sus propias obras para
representarlas a través de su compañía de Teatro Universitario: La Barraca. La idea más
brillante, dar al pueblo la cultura, los valores y el arte que se merecía. Un
proyecto innovador que dejó al pueblo con ganas de saber más, de conocer, de
sentir lo que Lorca y su grupo de teatro conocían, juventud emprendedora que
amaba la libertad. Todas sus obras de teatro y poesía, y sus numerosos viajes
al extranjero, dejaron una huella universal.
La muerte de Federico García Lorca, el 18
de agosto de 1936, fue un hecho dramático. En realidad, entre Alfacar y Víznar
transcurre el encarcelamiento de Lorca antes de su muerte y su fusilamiento. Sin
embargo , con exactitud, es difícil saber dónde lo asesinaron. Lo que sí es
cierto que, junto a él, estaban dos banderilleros y un maestro de escuela.
Cuatro inocentes a los que fusilaron al mismo tiempo. En el mismo Alfacar hay una gran tumba donde se puede ver una
cruz enorme con una mención: “Lorca somos todos (1992)”. En ese mismo lugar
hay una fosa con dos mil o tres mil personas. Y en los mismos
alrededores también hay fosas con cadáveres. Todas víctimas de la Guerra Civil. Es un
lugar espeluznante.
A raíz de este drama, la familia embarcó
hacia Nueva York y jamás volvió a Granada, excepto Isabel. La
familia fue acogida por Fernando de los Ríos. El padre de Lorca, don Federico
García Rodríguez, murió en Nueva York (1945); la madre, doña Vicenta, murió en
Madrid (1951). La hermana pequeña, Isabel, falleció en Madrid (2002) y este año
2013 ha
fallecido uno de los sobrinos de la familia García Lorca. Su familia le guarda
el mayor y más profundo de los respetos.
Carta de Federico a “las muchachas”
“Aquí están, Anilla la Juanera y Dolores, la Colorina
Sobre todo mi Dolores, por lo buenísima
que es
Vino a amamantar a mi hermano Paco y se
quedó,
Habla mucho, se ríe mucho, cuenta
historias sin parar
Como si hubiese vivido treinta vidas.
Es analfabeta porque nadie ha sabido
enseñarle
A leer, mi madre lo intentó sin
resultado,
Pero sabe más que todos nosotros.
En lo que se refiere al sexo, tiene una
moral natural
Sin hipocresías, ni severidades.
Ella me ha enseñado a vivir…también
Víctor Hugo, Galdós, Verlaine,
Juan Ramón Jiménez, Machado y sobre todo
Rubén Darío.
Ellas, las criadas “muchachas” traen a los
niños ricos, canciones
Romances y cuentos.
El niño tiene la marca
De la mujer pobre, que le da al mismo
tiempo
En su cándida leche silvestre, la médula
del país”.
Gracias Macarena por tus palabras sobre Federico, no nos olvidamos de personas tan valiosas que escribieron con tanto sentimiento.
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