Los socialistas son un peligro público

Carlos Sánchez

Portavoz del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Almería

No tengo por costumbre responder las opiniones publicadas de los cargos del PSOE almeriense, por disparatadas o sorprendentes que puedan parecer sus ocurrencias. Sin embargo, hay ocasiones en las que la responsabilidad de desempeñar un cargo sostenido por los impuestos de todos los almerienses me obliga a salir al paso de mentiras e inexactitudes que podrían llevar a la confusión.

Y es que no se puede mentir y alarmar  a los almerienses con invenciones o fantasías, por el mero hecho de tener que cumplir con el expediente de criticar siempre, haga lo que haga, al equipo de Gobierno municipal y al alcalde. Que los concejales y cargos del PSOE no sepan interpretar correctamente un presupuesto no es mi problema. Por mí, como si no saben interpretar un mapa de carreteras. Que un concejal o un cargo público como doña Clara Inés Rodríguez evidencia desconocer cómo se gestiona, cómo se interpreta y cómo se hace un presupuesto municipal, insisto, no es mi problema.

El problema lo tienen las compañeras y compañeros de doña Clara Inés que piensan que esta señora está capacitada para ocupar el cargo que desempeña. Lo grave es que esta señora, o algunos compañeros de esta señora, mezclen el desconocimiento y la falta de aplicación con la demagogia para construir una contabilidad inexistente y llena de disparates para intentar trasladar a los almerienses la imagen errónea de que el Ayuntamiento de Almería acumula el dinero de los ciudadanos con avaricia por el mero placer de nutrir sus arcas mientras atraca a mano armada a los ciudadanos.

Es una pena, pero los socialistas no se enteran. Repetiremos otra vez que un superávit técnico como el que, afortunadamente y gracias a una gestión prudente y responsable, presenta a día de hoy el Ayuntamiento de Almería, no quiere decir que el Ayuntamiento tenga una piscina llena de monedas para que nade el alcalde, como hemos visto en los dibujos animados. Este balance positivo de las cuentas  quiere decir, ni más ni menos, que el Ayuntamiento de Almería va a poder pagar a sus trabajadores, a sus proveedores y va a poder garantizar el mantenimiento de sus servicios públicos puntualmente, con un buen equilibrio de ingresos y gastos. Nada más que eso. Nada más y nada menos, podríamos decir, porque últimamente hemos tenido noticias de dos ayuntamientos almerienses gestionados durante muchos años por el PSOE y la comparación da miedo. En Albox les han tenido que cortar la luz al Ayuntamiento y en el de Macael están que no pueden pagar las nóminas porque los compañeros de doña Clara Inés han estado gestionando estos consistorios al “estilo PSOE”: derroches, amiguismo, incumplimientos y huidas hacia delante. Las consecuencias las conocen perfectamente todos los trabajadores de esos Ayuntamientos, las empresas proveedoras y los vecinos de esas localidades.

No creo que los almerienses, ni tan siquiera los irresponsables y desinformados concejales socialistas de Almería, quieran esa para nuestra capital. Afortunadamente, los almerienses cuentan en su Ayuntamiento con un equipo de Gobierno que sabe que su prioridad es la gestión eficaz y responsable de los impuestos que tanto trabajo le cuesta pagar a los almerienses.

De hecho, el nuestro es uno de los seis ayuntamientos mejor gestionados económicamente de toda España, como dijo hace meses la última ministra de economía socialista, que no debería ser muy partidaria del PP, imagino. En todo caso, me limitaré a decir que, tanto si dicen las cosas que dicen por pura ignorancia o por un irresponsable sentido de la crítica, lo que está claro es que lo último que puede hacer una ciudad es entregar la gestión de su economía a los socialistas. Y es que la trayectoria y el legado de los socialistas demuestran bien lo que son: un auténtico peligro público.