Rafael Leopoldo Aguilera
Director del Instituto de Estudios Almerienses (IEA)
Son tantos los elogios
hacia el Papa Francisco que en algunas ocasiones, por no decir en su inmensa
mayoría, es para poner en entredicho no solo al Papa emérito, sino a sus
antecesores, Juan Pablo II, Juan Pablo I y Pablo VI. Parece ser, iuris
tantum, que los 110 cardenales que han tomado parte del Cónclave han estado
tan acertados en la decisión colegiada que, incluso, ellos mismos, tras la
elección del Santo Padre, pueden coger la maleta y marcharse a un monasterio,
eso sí, en el autobús, a purgar sus pecados, si quieren alcanzar la santidad
divina.
Francisco |
Cuestionar la inmensa labor que desde el Concilio Vaticano II
han realizado los Santos Padres y Cardenales al frente de la Iglesia Católica, y
por ende clérigos, religiosos y laicos, es tener una visión muy sesgada, por no
decir, reducir a mínimos de carácter civilista las actuaciones eclesiales tan
importantes que se han adoptado en la curia vaticana en los últimos 50 años; y
ahí están recogidas en la web del Vaticano y diócesis las diversas Encíclicas,
discursos y mensajes que han desarrollado lo expresado por los sinodales en el
Concilio último. Seguramente, no todo ha sido un camino de rosas, pero tampoco
es para mortificar y echar por tierra toda la labor realizada, como si todo lo
anterior hubiera sido de 3ª división.
Se da a entender que los
anteriores Papas han estado más cercanos al Concilio de Trento que a las Normas
Internacionales que tratan de evitar toda clase de vulneraciones, atropellos e
ilegalidades en todos los países, incluso donde los católicos son asesinados por
motivos de creencias, por solo ir a misa o llevar una cruz de madera en el
pecho. Los anteriores Papas y curiales vaticanistas por lo que se ve no han sido
sociables, cercanos, humildes; como si los actuales gestores de ámbito
cívico-social fuésemos mejores que los que nos antecedieron.
Considero
que todos los presidentes que me antecedieron en la corporación cofrade
agrupacionista hicieron lo que tuvieron que hacer, y ahora hacen lo que deben de
hacer, pero todos, sin excepción, con mucha fe en el apostolado y
evangelización.
Cada época tiene sus condicionamientos sociales. Si
ahora toca sandalias, chaqueta de pana, pantalón gris marengo, pectoral de
madera, mitra de poliéster y muchos gestos, miradas y silencios, pues no está
nada mal, puede ser que valga mucho más que muchas cansinas palabras pero, al
final, solo queda el obras son amores, y si desvestimos a la liturgia de
todo ritual, nos quedamos huérfanos. No creo que sea cuestión de volver a llevar
los pasos a ruedas, las candelerías con luz eléctrica y las flores de plástico.
A los purpurados les quedan muchos retos por delante hasta la llegada al
Apocalipsis, aunque creo que otras religiones tienen aún más trabajo para
adaptar sus doctrinas al s.XXI. Es cierto que temas que se suscitan en programas
de carácter frívolo (la enajenación del Vaticano, el papel de la mujer en la
Iglesia, ecumenismo, democracia eclesial...), serán cuestiones que se
plantearán, y que solo a la luz del Evangelio y la tradición patrística podrán
encontrar la verdadera y auténtica palabra de espiritualidad para su
reconducción, purificación y sentido común eclesial.
En todo caso,
seguiremos disfrutando del 'Quinto Evangelio según Almería' en nuestras calles y
plazas, y del Triduo Pascual en los templos, para que Almería siga siendo más
cofrade y nazarena por los siglos de los siglos.
(Diario de Almería)
No me lo puedo creer, no ha mencionado al Papa Grabié, esta mejorando este hombre.
ResponderEliminarNo te da vergüenza eso de ser ..director de estudios almerienses...si no sabes ni leer siento vergüenza si,si eres un cofrade y un toma notas ....y un lacayo de Gabriel y por eso cobras ...$$$$$$$$$ para decir las alabanzas y glorias .....
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