Trasvases, precipitaciones y desaladoras 'ahogan' el déficit hídrico de Almería

Iván Gómez

Jefe de Local de Diario de Almería

Después de una histórica sequía, intermitente en los últimos años en función de las precipitaciones, la provincia encara el futuro con ciertas garantías de que el déficit hídrico no será un obstáculo a su desarrollo económico y social. Las inversiones millonarias de las administraciones públicas, sobre todo del Ministerio de Medio Ambiente a través de Acuamed, permiten empezar a recoger los frutos de una política hidráulica que en su día estaba orientada a un trasvase fallido, el del Ebro, que iba a aportar 90 hectómetros cúbicos anuales a una provincia cuyo déficit estaba cifrado, según la Mesa de las Infraestructuras, en 320 hectómetros cúbicos. 

Las actuaciones del Programa AGUA iniciadas en 2006, tras la derogación del Plan Hidrológico Nacional, permiten a la provincia celebrar el Día Nacional del Agua con la seguridad de que Almería sigue siendo un referente en la gestión de los recursos hídricos, por su ahorro y la eficiencia. La larga batalla de la provincia por el abastecimiento universal y la mejora del saneamiento ha sido posible gracias a la progresiva incorporación de las fuentes no convencionales, como el agua desalada y la reutilizada, además de los trasvases del Tajo-Segura y del Negratín-Almanzora. 

Los principales proyectos aún en marcha del Gobierno en la provincia son la desaladora del Campo de Dalías, que sólo en la construcción requiere más de 122 millones de inversión, y la conducción de la desaladora de Carboneras al Almanzora. Atrás han quedado infraestructuras tan importantes para combatir el déficit hídrico como la planta desaladora del Bajo Almanzora, a la que se han destinado más de 62 millones de euros y aportará 20 hectómetros cúbicos, y las dos primeras fases de conexión entre los municipios del Levante. Y es que la sociedad estatal Acuamed ha invertido sólo en los proyectos ejecutados en los últimos años más de 150 millones de euros, una cantidad que se suma a la que viene aportando la Junta en materia de depuración y a los más de 9 millones destinados al abastecimiento y saneamiento por la Diputación Provincial. 

El único fracaso imputable al Programa AGUA de Acuamed, al margen de los eternos retrasos, ha sido el de la integración de la planta desaladora de Rambla Morales, ligada a la comunidad de regantes que arrastra una deuda millonaria. Después de más de cinco años de intentos, la política de austeridad de Medio Ambiente obligó a romper toda las negociaciones y descartar una producción de 20 hectómetros cúbicos anuales. 

Las previsiones de la Cuenca Mediterránea Andaluza para las provincias de Málaga, Granada y Almería eran de un déficit de 301,3 hectómetros cúbicos en la actualidad, que bajaría a 110 en 2015 y quedaría eliminado por completo en 2027. La provincia almeriense ha hecho los deberes en los últimos años y a día hoy ya ha dicho adiós a la sequía. Según datos de la Junta de Andalucía, el trasvase del Negratín aportó 54 hectómetros cúbicos al Valle del Almanzora durante el último año hidrológico. En el actual ejercicio ya se han aprobado otros 50, más los 4 que se pueden incorporar de volumen adicional debido a las escorrentías del desembalse del pantano del Negratín. El trasvase del Tajo-Segura aportó 17 hm3 en el pasado año hidrológico y en el actual ya se han aprobado otros 9, una transferencia que se irá incrementado por trimestres. 

Los embalses de la provincia atraviesan uno de sus mejores momentos. El del Cuevas cuenta con un volumen de 33 hm3 y ha aportado 9 para abastecimiento y riego en este año hidrológico, si bien en el anterior ejercicio no trasvasó ni un sólo hectómetro. Y es que las precipitaciones que se han registrado en la mayoría de los municipios de la provincia son muy superiores a las de años anteriores y en determinadas estaciones de la Red Hidrosur de la Cuenca Mediterránea Andaluza se duplica a lo acumulado en las mismas fechas. Por ejemplo, en la de Beninar hay contabilizada una precipitación acumulada de 282 litros por metro cuadrado frente a los 181 que se habían registrado el año pasado durante el mismo periodo hidrológico. En la capital ya son 183 litros, mientras que en marzo de 2012 no se había pasado de 70. Las lluvias se han sumado a las desaladoras y trasvases como garantía de que a corto y medio plazo no habrá problemas de déficit hídrico. El embalse de Beninar cuenta en la actualidad con 17,2 hectómetros cúbicos y ha trasvasado 7,2 para abastecimiento y riego. No hay que olvidar que en torno al 80% del consumo, tres cuartas partes, está destinado a explotaciones agrarias, de ahí la importancia de la modernización de regadíos reutilización, dos mandamientos de la nueva cultura del agua.