Juan Folío
La Opinión de Almería
Malas noticias para Mariano Rajoy y peores aún para Alfredo Pérez Rubalcaba. Según un sondeo hecho público por Simple Lógica, partner de Gallup en España, sigue descendiendo el respaldo electoral para el PP
(31,2%) y para el PSOE (21,5%), mientras se incrementan los apoyos para las
formaciones más minoritarias. Menos de uno de cada cinco ciudadanos aprueban la actuación de los líderes de los principales partidos: Mariano
Rajoy (18,2%), Alfredo P. Rubalcaba (10,9%) y Cayo Lara
(17,7%).
Si si dieran estos resultados, podría
producirse una profunda modificación del sistema de partidos vigente en España
en las últimas décadas. Baste señalar que el porcentaje de los votos
concentrados en las dos formaciones políticas con mayor apoyo electoral, PP y
PSOE, experimentaría ahora un descenso de unos veinte puntos porcentuales con
respecto al que obtuvieron en la anterior convocatoria electoral. En cambio, se
incrementaría sustancialmente el porcentaje sobre los votos a candidaturas que
recibirían otras formaciones de carácter más minoritario. En concreto IU y UPyD
verían como sus porcentajes de voto experimentarían un ascenso tal que supondría
duplicar los que obtuvieron en la convocatoria de 2011.
La
estimación de intención de voto de Simple Lógica otorga al Partido Popular el
31,2% de los votos a candidaturas, lo que supone un descenso de 14 puntos con
respecto al resultado que obtuvo en las últimas Elecciones Generales. Por su
parte, el Partido Socialista reduce a algo menos de diez puntos la distancia de
casi 16 que le separó del PP en esa convocatoria electoral, pero ese recorte no
se debe a un incremento de los apoyos que recoge en el electorado, sino a que el
descenso de dichos apoyos es menos acusado que en el caso de los populares. En
concreto, se debilita la posición del PSOE como alternativa de gobierno, ya que
desciende siete puntos el porcentaje de sus apoyos electorales con respecto a
las últimas Elecciones Generales.
Tanto en el caso del PP como en el del PSOE hay que destacar la baja tasa de
fidelidad de voto que tienen ahora. En ambos casos representan menos de la mitad
de quienes les votaron en 2011 los que ahora declaran que volverían a hacerlo.
En el caso del PP representan un 40,6% y en el del PSOE un 33,2%.
La pérdida de
votos de los dos grandes partidos se produce principalmente hacia la abstención,
representando al menos uno de cada cinco votantes de cada uno de esos dos
partidos los que ahora declaran que no votarían. La otra pérdida de votos se
produce a favor de partidos con menor apoyo electoral. En este sentido hay que
destacar cómo IU recibe el 9,5% de los votos que obtuvo el PSOE en 2011 y UPyD
el 5% de quienes votaron al PP en esa ocasión. Es mínima y prácticamente
irrelevante la transferencia de voto entre los dos partidos con mayor apoyo
electoral.
A propósito del respaldo que las demás formaciones políticas
obtienen, se observa un claro fortalecimiento de los apoyos, como ya se ha
señalado, en el caso de IU, de UpyD y del conjunto de las demás formaciones de
carácter minoritario, excluidas las de CiU y PNV.
El Índice de popularidad de los líderes
de las tres principales formaciones políticas se sitúa en unos niveles
claramente bajos, según los resultados del mismo sondeo de SIMPLE LÓGICA,
partner de Gallup en España.
Los tres líderes de los principales partidos obtienen un nivel de aprobación
de su actuación política claramente bajo, representando en los tres casos menos
de uno de cada cinco ciudadanos los que valoran su actuación en términos de
aprobación.
Además, tanto para el Presidente del Gobierno como para el líder del
principal partido de la oposición la evolución registrada en el último año es
claramente desfavorable. El porcentaje de quienes aprueban la actuación política
del primero (18,2%) es ahora más de 20 puntos inferior al que obtenía en el mes
de abril del año pasado , en tanto que el de quienes aprueban la actuación del
líder socialista ha descendido 16 puntos con respecto a esa misma fecha y se
sitúa en el 10,9%.
La baja
valoración de la actuación de los líderes se refleja también en el menor
respaldo que obtienen dentro de los propios votantes de sus formaciones
políticas. Es de destacar que ninguno de los líderes de los dos principales
partidos consiguen que al menos la mitad de sus propios votantes aprueben su
actuación política.
En el caso del Presidente del Gobierno entre los votantes del Partido Popular
representan un 49,1% los que le dan su aprobación y es algo inferior el
porcentaje de quienes valoran su actuación en términos de desaprobación (44,1%).
En relación a Alfredo Pérez Rubalcaba la situación dentro de la base
electoral de su partido es más desfavorable. Son menos de uno de cada cuatro
votantes socialistas (23,8%) los que aprueban su actuación, frente a siete de
cada diez (70,1%) que suponen los que la desaprueban.
En el caso de Cayo
Lara, sin embargo, representan algo más de la mitad de los votantes de IU
(56,4%) los que aprueban su actuación, frente al 38,2% que suponen los que la
desaprueban.
(http://www.simplelogica.com/iop/iop13005.asp)
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