"Alfileres": el éxito de Almería en Salamanca


Cristóbal García
Desalysol

¿Cómo describir el estreno de Alfileres en Salamanca? Cuando estrenamos Alfileres en Almería nos sorprendió gratamente la reacción del público. Nos parecía casi un sueño la emoción que cautivó a los asistentes. Cuando llegamos a Salamanca no teníamos "todas con nosotros". Tanto el organizador (Nacho) como el director (Víctor) nos advirtieron: "El público salmantino es muy crítico, por aquí han pasado grandes obras como Arrugas y el respetable ha dado muestras de bastante frialdad".

Lleno total
Así que Dani y yo cruzábamos los dedos antes del estreno para que al menos no nos abuchearan. A las cinco menos veinte se comienza a llenar la sala (cuánto tendríamos que aprender los almerienses de puntualidad), a las cinco en punto la sala está completamente llena, incluso vemos asistentes con libreta y bolígrafo dispuestos a tomar notas. Las cosquillas nerviosas en el estómago hacen estragos en mi rostro, pero aguanto el tipo, tengo plena confianza en el trabajo de Daniel Ortega Muñoz.

Después de las presentaciones típicas por parte de los organizadores, pasamos directamente a la proyección. Cuando Blanca Pérez (la protagonista) dice su última frase tan solo queda un segundo de silencio, ese segundito que hace que se te apriete el estómago (por no decir otra cosa) y de repente la sala comienza un sonoro aplauso. Dani y yo subimos para responder a las preguntas que vayan surgiendo. Al principio parece que nadie va a dar el primer paso, pero poco a poco se van animando. El resultado: más de hora y media de "debate". El propio director, viendo que aquello no iba a parar, dice algo así como: "Bueno, vamos a ir terminando, porque estos chicos tienen que salir para Almería". Aún así las preguntas se alargan como media hora más.

Y entonces viene el sueño de cualquier director o cualquier actor. Los presentes en la sala empiezan a pedir que el corto se vuelva a proyectar, quieren verlo otra vez. Víctor dice: "Bien, pues lo pondremos otra vez, los que tengan que irse, no se preocupen, sabemos que es un día de diario y que tienen obligaciones". Pero cuando comienza el segundo visionado de Alfileres solo una persona abandona la sala: yo.  La adrenalina me estaba comiendo y necesitaba un cigarro con urgencia. Se ha quedado todo el mundo y, más aún, al terminar, el aplauso ha superado al de la primera vez.

Después, un buen rato en la puerta, recibiendo apretones de manos, besos, agradecimientos por el trabajo realizado. Los propios organizadores estaban asombrados. "Mira que hemos proyectado cortos, largos, animación, etc....jamás había pasado algo así".

Todo mi agradecimiento al Centro de Referencia Estatal (CRE) de Salamanca, a los salmantino que nos han acompañado, a todos los empleados y, cómo no, a Olga Segura Blanes por venir con nosotros y hacer el viaje mucho más divertido.

1 comentario:

  1. Me parece genial el titular que le habeis puesto.
    Cristobal.

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