José Manuel Ortiz
Delegado de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente
EL pantano de Cuevas del
Almanzora, tras las lluvias torrenciales que se registraron en la zona oriental
de la provincia el 28 de septiembre de 2012, se ha convertido en la principal
infraestructura hidráulica para el abastecimiento de las poblaciones del
Almanzora y del Levante, así como para el riego de la agricultura de esta zona.
Pantano de Cuevas |
Ese día de finales de septiembre, en poco más de seis horas el embalse
recogió unos 40 hectómetros cúbicos de agua, lo que, además de garantizar el
abastecimiento y el regadío de la comarca hasta finales de 2013, puso de
manifiesto la importantísima función preventiva que desempeña la presa, ya que
evitó que la extraordinaria avenida del río Almanzora produjera daños
catastróficos al municipio de Cuevas del Almanzora.
Desde finales de
septiembre de 2012, el embalse ha suministrado más de 21 hectómetros cúbicos
para el abastecimiento de la comarca, así como para el regadío de casi 25.000
hectáreas de cultivos agrícola. Estas aportaciones han sido posibles gracias al
agua que aportó la riada, ya que en los seis primeros meses del año hidrológico
2012-2013 -desde octubre a marzo- las aportaciones que ha recibido el pantano
apenas han superado los 5 hectómetros cúbicos: unos 2 procedentes del trasvase
Tajo-Segura; unos 3 del trasvase Negratín-Almanzora; y poco más de 102.000
metros cúbicos correspondientes a las aportaciones de la propia cuenca del río
Almanzora.
Y es que desde las lluvias torrenciales del 28 de septiembre,
la pluviometría registrada en el entorno del embalse de Cuevas ha sido muy baja.
En concreto, en este periodo solo se han registrado 108,7 milímetros, cifra
inferior a la registrada en el mismo periodo del año hidrológico anterior (130
milímetros, y muy por debajo a la media histórica registrada desde el año
1994-1995 (149,9 milímetros).
Pese a las escasas precipitaciones de
estos meses, el agua embalsada en la actualidad es de unos 32 hectómetros
cúbicos, lo que significa que se ha producido una disminución de unos 16
hectómetros cúbicos en estos seis meses, ya que a principios del año
hidrológico, en octubre, el embalse contenía 48 hectómetros.
Sin
embargo, el abastecimiento de la comarca está garantizado para este año, puesto
que al volumen embalsado hay que añadir las aportaciones de agua que se han
aprobado, tanto del trasvase Tajo-Segura, como del Negratín-Almanzora. Y es que
las últimas comisiones celebradas para decidir el volumen de aguas a trasvasar
han aceptado las propuestas planteadas por la Junta de Andalucía, que solicitó
el máximo volumen establecido en la Ley: 50 hectómetros cúbicos del Negratín
para todo el año -volumen al que se añadirán las aguas procedentes de las
escorrentías, dada la situación excepcional de lluvias que se ha registrado en
la cuenca del Guadalquivir-; y 10,5 hectómetros del Tajo-Segura hasta septiembre
(5 para abastecimiento humano y 5,5 para riego).
La situación actual y
la buena perspectiva del pantano de Cuevas del Almanzora, unidas a las
aportaciones de las desaladoras de Carboneras y del Bajo Almanzora me permiten
asegurar que el agua para la población y la agricultura de la comarca estará
garantizada en esta año, más allá de que llueva más o menos en los próximos
meses en la provincia de Almería. Pero para ello, el Gobierno de España deberá
acometer las obras de reparación de los graves desperfectos provocados por las
lluvias del 28 de septiembre, tal como está haciendo la Junta de Andalucía con
las obras de emergencia que ha aprobado para reponer las conducciones, unas
obras que cuentan con un presupuesto de 18 millones de euros y un plazo de
ejecución de doce meses.
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