Huele a chamusquina en el Ayuntamiento de Almería

Joaquín Jiménez

Portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Almería

No dejan de sorprenderme las iniciativas inmobiliarias en las que anda metido el alcalde de la ciudad. El Partido Popular se ha empeñado en que Almería XXI, la única empresa municipal medianamente saneada, ande por los corrillos inmobiliarios buscando financiación. Pretender que un instrumento, cuyo origen fue la promoción de viviendas a precio tasado, se dedique a financiar y permutar propiedades de titularidad pública sin justificación alguna huele a chamusquina. 

El edificio de Correos hubiera salido gratis

El Ayuntamiento de Almería, ajeno a la durísima crisis económica que atenaza a las familias almerienses, ha obligado a esta empresa municipal a comprar un viejo edificio en la plaza Virgen del Mar, por la nada despreciable cantidad de 850.000 euros en billetes de curso legal, más dos locales comerciales en la Vega de Acá, valorados en 1,7 millones. Total: una operación especulativa que nos ha costado 2,6 millones, como si no hubiera nada más importante que jugar al "Monopoly" con el suelo y las propiedades públicas y privadas. Millones regalados, pues si se trataba de obtener un edificio para albergar esa gran biblioteca central que Almería necesita, podría haber pedido la cesión del antiguo edificio de Correos, igualmente céntrico, pero gratis. 

Mientras el alcalde se entretiene con este intercambio de cromos en el que se puja con dinero público, tenemos las obras de la Plaza Vieja a la espera de que se digne alcanzar un acuerdo con la Junta de Andalucía, el solar del 18 de Julio criando malvas en el centro de la ciudad, el antiguo cuartel de la Policía Local desmoronándose por tiempos, y distintos servicios municipales alojados en inmuebles privados por los que el Ayuntamiento paga importantes sumas, a mayor satisfacción de sus propietarios. 

Por no hablar de los inmuebles repartidos en diferentes barrios que también esperan una actuación municipal para recuperar su operatividad, como el de Protección Civil en Los Molinos del arquitecto Langle, protegido y catalogado en el Plan General de Ordenación Urbanística, cuyo desplome espontáneo lamentaremos cualquiera de estos días. 

No, alcalde, no son buenos tiempos para juegos inmobiliarios. Es momento de crear empleo, verdadero y único problema de los almerienses. Si tiene dinero, inviértalo, pero en dar trabajo. Mueva ficha.