Antonio Torres
Director de RTVA en Almería
La cineasta Nuria Vargas
Rivas (El Ejido, 1981) es un talento audiovisual que dará que hablar.
Nació en el año clave en el que su municipio se independizó de Dalias. Se
propuso profundizar en el mundo cultural del trovo y lo ha conseguido. Ha
coleccionado un buen abanico de ellos y los ha puesto en un lindo documento
audiovisual. Ahora va por el segundo con una ampliación territorial con punto
de mira en Almería y sin perder de vista Cuba. Vargas bebe en una fuente muy
sólida como el homenaje a la figura de su bisabuelo, conocido como El ciego Corrales, un excelente trovador
y romancero del que heredó la afición por contar historias.
De su documental Controverso subraya que ha logrado unir
tres culturas diferentes y además a través de la visión de una chica joven. “Realmente
son tres mundos muy machistas y al contarlo a través de Luna le da otra
dimensión”. Será una gran cineasta por el entusiasmo y trabajo que realiza.
Mientras tanto, ejerce de monitora cultural en el Ayuntamiento de El Ejido,
trabajo que compatibiliza con el de realizadora.
Su documental narra el
encuentro juvenil y entusiasta de los raperos con los troveros de la Alpujarra,
hombres que aún practican el arte del repentismo y que desde lo agreste
continúan cultivando su afición por la poesía improvisada. “Este documental
guía al espectador en un emocionante viaje hacia nuestras raíces, de las que
tan alejados estamos. Con esta obra no sólo quiero inmortalizar el rostro y la
voz de los troveros, evitando que perezcan en el olvido, como sus versos
efímeros, que no conocen la eternidad, sino que también es una puesta en valor
de nuestra cultura y de la tradición oral que nos precede y que, por supuesto,
no ha de extinguirse sino actualizarse”, explicó al libro Mujeres de palabra, actualmente agotado. El pasado fin de semana
proyectó “su cortito” 3 Euros en el
Festival Mujeres del Cine, celebrado en Granada.
La niñez de Nuria arrancó jugando
en el invernadero y viendo el trabajo de su padre. El primer día que miró a
través de un objetivo fue con una pequeña cámara de fotos que encontró en la
despensa de su abuela materna, Rosa Fernández, y con otra cámara que le regaló
un tío suyo que regentaba el bar de la Tercera Edad en Pulpí. Desde entonces ha
estado enganchada al mundo audiovisual que confirmó con sus estudios en el
Instituto Albaida. Los sueños los compatibiliza con el apoyo que recibe de su
pareja, un empresario de sector de la decoración.
Su último trabajo
antropológico responde al epígrafe El
trovo alpujarreño, rescate y transmisión, un documental que se presenta en
dos partes. Uno para la Alpujarra granadina, que se podrá contemplar en
Albondón bajo el paraguas de la prestigiosa asociación Abuxarra, el 21 de
abril. Para completar la segunda parte Vargas invita a participar a los
troveros almerienses que no se hayan asomado a su documental.
Persigue que el trovo se dé
a conocer. En Almería hay cantera. El autor recuerda con mucho afecto al
añorado trovero Miguel Candiota, un precursor. Su perfil lo trazamos para la
contraportada de El País.
Sueños
Los sueños de Nuria se
van haciendo realidad paulatinamente. Compatibiliza su trabajo municipal con el
espíritu creativo. “Mi meta”, declara, “es dedicarme al cine completamente,
vivir del cine, estar siempre trabajando, y mi vida es esa. No veo la
televisión porque la considero un entretenimiento y yo me dedico a formarme y
crear desde el cine”. Su filosofía para no caer en la egolatría consiste
en que cada uno viva su vida como quiera. “Quererse sin dañar a los demás
y evitar llevar una vida de frustración y envidia”. Observa el panorama
audiovisual almeriense fresco, con mucha gente haciendo cosas a pesar de la
crisis. “Veo mucha ilusión y confío que de forma inmediata se consoliden tantos
y tantos realizadores”.
Referentes
Vargas tiene a tres
directoras de cabecera. A la argentina Lucrecia Martel como directora clave
“por su forma de hacer pausada y que recoge detalles que otros no llegan”; a la
libanesa Nadine Labaki, “por su cine de Oriente tan positivo e íntimo”, y a la
catalana Isabel Coixet, “especialmente por sus primeros trabajos. Sobre el
feminismo: “Me considero una mujer independiente y con ideas propias, de cada
cosa saco una propia visión. Toda mujer debe ser feminista, pero cuando
pronunciamos esa palabra no todo el mundo la comprende”. Y Nuria sigue
aprendiendo. Se le acaba de ver con el actor Carmelo Gómez en su taller de
teatro, dentro de las XXX Jornadas de Teatro del Siglo de Oro.
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