Mar Verdejo
Ingeniero Paisajista
La
transición hacia una sociedad sostenible se está haciendo ya en ciudades
referentes, como Copenhague, Estocolmo o Vitoria, realizando acciones
interesantes, como las actuaciones en sus centros históricos y planteando
ecobarrios. Están consiguiendo revitalizar la economía de lo cercano y hacer
que sus ciudades sean más habitables. En cambio Almería, con el PGOU (Plan
General de Ordenación Urbana) diseñado por el Ayuntamiento de Almería, va en
dirección opuesta al consenso europeo sobre ciudades, manifestado en las Cartas
de Aalborg (1994) y Leipzig (2007).
Fuera de contexto actual, el plan de
ordenación no se adapta a la situación económica, medioambiental ni
social: el crecimiento desaforado urbanístico ya no puede ser el motor de la
economía. Es un hecho que hemos hipotecado nuestro futuro y el de generaciones
venideras por intereses privados, estamos abrumados con los casos diarios de
corrupción. ¿Queremos una ciudad que contribuya al desarrollo sostenible y la
prosperidad de sus ciudadanos? El PGOU puede ser una oportunidad a través del
urbanismo, transporte, edificación, biodiversidad y gestión urbana, y parece
que quiere de todo menos el bienestar de la ciudadanía.
El modelo planteado en el PGOU se aleja del concepto tradicional de ciudad mediterránea con un desarrollo compacto y complejo. Propone triplicar el suelo urbano actual, arrasando terrenos de alto valor agrícola, como
Hay que destacar además que el proceso de participación
ciudadana ha brillado por su ausencia, y por lo tanto no sentimos como nuestro
este proyecto de ciudad futura. Los ciudadanos también nos sentimos responsables
de la ciudad que habitamos, y queremos por tanto ser partícipes. Es un reto
articular la ciudad que tenemos, revitalizarla, integrarla, hacerla compleja y
dotarla de servicios de proximidad y de actividades económicas en los barrios y
en las urbanizaciones.
Tenemos que articularlas mediante una red de espacios
públicos, integrando usos agrícolas productivos, caminos peatonales, carriles
bici y transporte público rápido en superficie. Se hace urgente la
transformación a ecobarrios, ecopueblos y ecociudades. El PGOU tampoco tiene en
cuenta el declive de las energías fósiles, y debería hacer hincapié en el uso y
aplicación de energías renovables.
Está planteado con un consumo masivo de
energía, agua y materiales, y a que a su vez generan muchos residuos, y nos
vinculan cada vez más al uso del coche. No hay un estudio de la movilidad que
integre el tráfico urbano, que analice las nuevas y reales posibilidades para
transportarnos a personas y mercancías de una manera energéticamente
sostenible, minimizando el impacto medioambiental y desarrollando el enorme
potencial que tiene el empleo verde. Ni tampoco estudia las combinaciones de
ferrocarril, autobús, posible tranvía, uso de bici, transporte a pie, que
desarrolle el concepto de accesibilidad: en el que la mezcla de sus usos
reduzca la necesidad de desplazamientos.
Tampoco hay un plan de arbolado urbano
ni prevé proteger nuestros árboles centenarios o especies vegetales singulares.
Mientras, nosotros soñamos con una ciudad con árboles que nos den sombra y nos
protejan, y en el que la cultura es la protagonista en los espacios que
demandamos para relacionarnos. “Cada ciudad puede ser otra /cuando el amor la
transfigura” (Mario Benedetti).
jolines, lo que sabe de urbanismo, para qué arquitectos, ingenieros y geólogos, impresionante, ¡VIVA LA MOLINETA LIBRE!
ResponderEliminarque es el pgou, un partido politico.
ResponderEliminarpgou, pce, ort, pte, psoe, lcr, pcpe
ResponderEliminarecuo, ecou, pgou,
el amor, tu sí que necesitas amor, pero amor...
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