Diego
Cervantes
Exteniente de alcalde de Almería
El
gobierno del PP en el Ayuntamiento de Almería viene pagando desde hace años la cantidad
mensual de treinta mil euros por el alquiler de las oficinas del área de
Urbanismo. En esa misma calle, treinta metros más arriba, se encuentra vacío el
edificio que albergaba a la policía municipal y del que somos propietarios los
almerienses. En vez de usarlo, piensan destinarlo a comercios privados, a
través de una concesión a algún conocido que nos aportará solo dos mil euros mensuales.
¿Usted lo entiende?
Casa de los Flechas |
Otro
ejemplo: En el año 2000 un gobierno de izquierdas adquirió la antigua casa de
los Flechas y fue destinada a dependencias municipales. Más tarde se compró un
solar contiguo, cuyo destino dentro de la planificación del Casco Histórico permitiría,
tras su construcción, no solo albergar otras dependencias que siguen de
alquiler en la misma calle, sino generar un conjunto homogéneo que comunicara con
el palacio ”Marqueses de Cabra”, terminando una manzana que completara tres mil
euros al mes.
Pues
bien, esta semana el “tratante concejal” responsable de Urbanismo nos anuncia
que el alcalde, contrariamente a lo que acostumbra, sin fotos ni bombo y
platillo, ha firmado ante notario la compra del antiguo edificio que era
sanatorio en la Plaza
Virgen del Mar. Justifican esta sospechosa compra, que en
tiempos difíciles alivia a cualquier vendedor,
diciendo
que se destinará a biblioteca.
No
se ha hecho ningún concurso público para que puedan competir otros ofertantes en
un momento de escasa liquidez. La operación es municipal pero no controlada por
los presupuestos del Ayuntamiento, ya que como comprador figura la empresa
pública “Almería Siglo XXI”, que se formó en su día para construir viviendas
baratas y que está siendo utilizada como “tapadera” por nuestro tratante y por
el alcalde-senador para evitarse las obligaciones legales que todo Ayuntamiento
debe cumplir. ¿Es esto “transparencia”?
Hay
muchos más ejemplos, pero para comparar, cabe recordar que a la actual salud
económica de este Ayuntamiento colaboró sobremanera la operación realizada por
un gobierno de izquierdas sobre la finca del Toyo. Ante las pretensiones del PP
de venderla a un privado, lo evitamos haciendo la urbanización desde lo público
y aportamos al municipio más de 350 millones de euros. ¡Y luego dice ese
tratante cantamañanas que somos antisistemas!
(La Voz de Almería)
Anda Diego y tómate un vino con tus amigos de silla portátil en la tasca, y dedícate más a estudiar. Menudo beato eres.
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