Luis Rogelio Rodríguez, alcalde de Almería, observa la placa |
Emilio Ruiz
No es, ni por
asomo, el gran homenaje que la provincia de Almería y, principalmente, la
ciudad de Almería, donde nació, le deben a su ilustre hijo Manuel García Ferré.
Éste ha sido el homenaje que le han querido tributar sus vecinos de la calle
General Castaños, en la que nació. Ha sido un acto sencillo, pero emotivo. El
alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, ha descubierto una plaza de
homenaje a tan ilustre almeriense a la vez que ha tenido palabras de emocionado
recuerdo para quien, pese a las vicisitudes vividas, siempre ha llevado su
Almería en el corazón. El acto ha estado promovido por la Asociación de Vecinos
del Casco Histórico.
García Ferré
vino a este mundo el día 8 de octubre de 1929 en la calle General Castaños, “a
la vera del campanario de la catedral”, como recuerda Antonio Sevillano. Su padre, Julián García Rodríguez, gallego de Vigo –nos recuerda el
historiador-, llegó destinado a Almería en tiempos de Primo de Rivera como
funcionario de Telégrafos. Aquí se casó con la paisana María Ferré Álvarez,
instalándose en el nº 6 de General Castaños y sucesivamente en las calles Real
y Paco Aquino. Manuel era el segundo de
los hijos del matrimonio.
Sevillano recuerda
aquellos momentos vividos en la Guerra Civil y en la postguerra que obligaron a
fa familia a emigrar a la Argentina: Al alborear el 21 de julio de 1936 el levantamiento
sedicioso del Batallón de Ametralladoras acuartelado en La Misericordia
sorprendió a Julián en su puesto de oficial telegrafista. Su lealtad a la
República y afiliación al Partido Comunista y UGT hipotecaron un futuro no muy
lejano, a pesar de que el sumario de Guerra 28.988/39 -incoado bajo la
acusación de Auxilio a la Rebelión- se sobreseyó absolutoriamente. No obstante,
el clima de hostilidad hacia su persona, por desafecto al nuevo Régimen, le
obligó a emigrar en 1947 a la República Argentina. La marcha motivó que toda la
familia perdiese la nacionalidad española tal y como condenaban las leyes
franquistas. Según consta en documento oficial nuestro protagonista la recobró
en 1996, después de "declarar su voluntad de recuperarla" ante el Cónsul
General de España en Buenos Aires, dejando claro que no renunciaba a la del
país de acogida. Con doble pasaporte vivió y viajó hasta el final de sus días.
Cabe destacar que en 2008 fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. En Argentina ha sido un argentino mas donde se lo quiere, admira y ahora extraña desde su pérdida en marzo pasado. Sus creaciones han acompañado a varias generaciones de argentinos desde los años 50'al poco tiempo de arribar a nuestro país desarrollándose como dibujante, animador y empresario pero por sobre todas las cosas una excelente persona como puede comprobarse ante los comentarios de todos aquellos que pudieron conocerlo. Una gran alegría que hoy se lo recuerde y homenajee en su barrio, en su calle y ojalá próximamente en su ciudad.
ResponderEliminarBien dicho Omarcitus!!!
EliminarGRACIAS EMILIO!!! POR EL HOMENAJE Y POR CONTARNOS UN POQUITO MAS DEL QUERIDO DON MANUEL!!! YA LO EXTRAÑAMOS MUCHO.
ResponderEliminarGRAN ABRAZO!!!
Merecido homenaje !!!!!!
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