Unas aclaraciones

Daniel J. García López

Profesor Sustituto Interino de Filosofía del Derecho en la Universidad de Almería

Recientemente publiqué un artículo en el que hago referencia a una serie de irregularidades en la Universidad de Almería. Aunque conocía los hechos a fecha de 24 de abril, esperé 10 días para informar a través de la prensa. En este tiempo traté de documentarme, de hablar con diversas autoridades, pero no fue posible. Esta fue la razón por la que decidí escribir aquel artículo. Al respecto quisiera añadir algunas aclaraciones:

1.- Hay párrafos que, al no estar expresados con claridad, pueden aparentar una relación causa-efecto que no quise manifestar.

2.- En ningún caso quise perjudicar a la institución pública ni a la figura del profesor asociado. De hecho, los profesores asociados poseen una función clave en la Universidad: dotar de una vertiente práctica a unos estudios marcadamente teóricos gracias a su experiencia profesional reconocida (especialista de reconocida competencia) relacionada con la docencia a impartir.

3.- La situación de precariedad en la que nos encontramos becarios y sustitutos interinos (en plazas no pensadas para la promoción académica) nos aboca a medios que en otra situación no nos plantearíamos utilizar. No obstante, el artículo fue publicado en un periódico gratuito, digital y de opinión.

4.- El fondo del asunto fue manifestar dudas razonables sobre el Acuerdo del Consejo de Gobierno de 27 de julio de 2012 y su ejecución (derecho de incorporación preferente). Es por ello que fui cuidadoso al manifestar mi opinión: en tanto dudas razonables, y no evidencias contrastadas, no hablé en término categóricos sino hipotéticos. El propio título “irregularidades” no afirma una ilegalidad, sino algo que no sucede ordinariamente. No obstante, soy consciente de que el texto podría haber sido más claro y razonado desde un principio para evitar este tipo de aclaraciones.

5.- Las cosas podrían haberse hecho de otra forma, incluidas algunas desafortunadas expresiones, evitando el revuelo, la desinformación y, en algunas ocasiones, su utilización por otras personas para fines alejados del fondo del asunto. Debería tenerse presente a quienes nos encontramos en una situación menos favorecida, más precaria y sin poder atisbar un horizonte sosegado. Siempre digo a quienes se encuentran en una situación laboral estable en la Universidad que se pongan en nuestro lugar: en su momento, ellos pudieron promocionar, seguir con sus investigaciones, disfrutar de la docencia. Por el contrario, los que nos encontramos en una situación laboral inestable e insegura vemos paralizadas nuestras investigaciones y, por tanto, nuestra posible y futura promoción. La carrera académica es de obstáculos, lo sabíamos al iniciarla, pero también de solidaridades. Esto es lo que siempre reclamamos. No queremos que nos den las cosas gratuitamente. Queremos trabajárnoslas. Aspiramos a ser los mejores docentes y los mejores investigadores. Solo pedimos para ello estabilidad y normalidad.

6.- Esta situación es dolorosa y triste. Reitero que mi intención no era ni es causar un mal a la Universidad de Almería. No obstante, la predisposición por parte del Vicerrector de Profesorado para solucionar el asunto está permitiendo recuperar la normalidad.

7.- En esta semana pasada, el Vicerrector de Profesorado me ha atendido en dos ocasiones. Ambas han sido respetuosas y cordiales. En ellas manifesté mis dudas sobre el Acuerdo antes citado y la forma de rescatar a antiguos profesores asociados. En estas reuniones he tenido la posibilidad de llevar a cabo una confrontación de argumentos normal, al igual que en cualquier institución democrática.