Laura
Rodríguez-Carretero
Portavoz
de UPyD en Almería
En
el pleno municipal del pasado viernes los concejales de PSOE e IU hicieron
una sorprendente demostración de lo mucho que les cuesta aceptar las críticas,
totalmente lógicas cuando se realiza una actividad de relevancia pública. Al
exponer mis dudas sobre el papel de los representantes de la oposición en el
Consejo de Administración del Plan Urban rehuyeron el fondo de la cuestión y,
visiblemente molestos y sin aclarar lo que se les preguntaba, profirieron una
serie de descalificaciones basadas en juicios de intención, con una actitud que
rayaba en la falta de respeto.
Llevo
tres plenos solicitando información sobre lo que se pretende hacer en el Mesón
Gitano, que es un proyecto importantísimo para Almería por su relación con la Alcazaba , el Casco
Histórico, La Chanca...
en una zona cuyos problemas de degradación y marginación exigen que se actúe
con decisión, obteniendo el mayor provecho posible de los fondos europeos
disponibles. Pero no solo no me aclaran nada sino que me encuentro con las
descalificaciones tanto de PSOE como de IU en las que se me acusa de
electoralismo, de actuar "de oídas" y con intenciones envenenadas.
Lo
que estos concejales no tienen en cuenta es que asisto a los plenos municipales
porque es la mejor forma de hacer seguimiento de la “vida oficial” de mi ciudad
y de las decisiones que sobre ella toman equipo de gobierno y oposición. Suelo
intervenir al final, en el turno que la
Ley de Grandes Ciudades obliga a reservar a los ciudadanos,
para que se me aclaren las dudas sobre lo que escucho o de aquello que, siendo
importante, nunca se discute a menos que alguien "de fuera" lo saque
a relucir. Lo hago en primer lugar como ciudadana interesada en el progreso de
Almería y también como representante de UPyD, un partido político que cree en
la necesidad de cambiar muchas cosas de nuestro sistema democrático, una de
ellas precisamente la de escuchar más y mejor a los ciudadanos.
Es
innegable que solicitar información veraz, completa y transparente sobre los
temas de interés público que me preocupan (los que atañen al gobierno de la
ciudad) es un derecho de todos los ciudadanos y, en mi caso, una obligación
impuesta por los casi tres mil almerienses que nos dieron su voto en las
últimas elecciones municipales. Sin ánimo de poner en duda la legitimidad
representativa de los que se sientan en el pleno, quisiera recordar que este
número de votos es superior a los que la ley d´Hont atribuye a los cuatro
últimos concejales que consiguieron su acta en el Ayuntamiento de Almería.
El
único medio para participar de forma activa en la vida municipal es asistir a
los plenos lo que con frecuencia supone un gran esfuerzo, por lo tedioso de
algunos debates, en muchos casos sobre aspectos poco relevantes o directamente
ajenos a la ciudad, y sin poder manifestar en voz alta lo que los temas me
sugieren, que por desgracia, suelen ser discrepancias más que aprobaciones.
Pero a pesar de ello y de sus descalificaciones, pueden ustedes estar seguros
de que lo seguiré haciendo.
La
crítica de los ciudadanos y del resto de fuerzas políticas es algo que va con
el cargo, aunque algunos lo olviden. Señores de la oposición, la crítica no es
sólo para el gobierno, ustedes se sientan en un consejo de administración que
pagamos los ciudadanos con nuestros impuestos (250€ por asistencia) y no pueden
argumentar tras ser puestos en evidencia que “van a ver”, que “no sabían” o que
“se fiaron de los técnicos”. Señores concejales-consejeros: hay dos proyectos
iguales y no se han pedido informes, Cultura no sabe nada del proyecto, se ha
valorado más a un proyecto que incumple la normativa que a otros que sí lo
hacen, hay técnicos que podían haber sido recusados. UPyD no toca de oídas,
tenemos medios escasos pero recabamos la información necesaria y trabajamos con
voluntad, criterio y compromiso porque es lo que los ciudadanos esperan de un
partido político. Quizá es algo que ustedes hayan olvidado así que no está de
más que alguien se lo recuerde.
Es más d lo mismo. Señores elegidos d buena fe por la ciudadanía y que se creen con derecho a todo y obligación a nada. Con un sueldo, en muchos casos merecido, y un plus por ir a trabajar q además se molestan cuando se les piden explicaciones sobre su gestión, máxime cuando esas explicaciones las pide otra representante, elegida ax los almerienses igual q ellos pero sin intermediar intereses económicos, sólo la firme convicción de q es su deber
ResponderEliminarQuería decir INMERECIDO
ResponderEliminarAnónimos, viva españa con minúscula, .......olé....
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