Falta de sensibilidad medioambiental en el Ayuntamiento de Almería


Joaquín Jiménez
Portavoz socialista en el Ayuntamiento de Almería

Las corporaciones municipales acaban de atravesar su particular Paso del Ecuador. Así que es el momento de recordar promesas incumplidas y compromisos por cumplir pendientes. En la capital, los concejales socialistas lo estamos haciendo en estos días pero hoy quiero detenerme en lo que ha sido o no ha sido la gestión medioambiental del PP en nuestra ciudad.

Las excursiones infantiles son frecuentes
al Mirador de la Campita
El título de estas líneas ya le dará al lector una idea de la conclusión a la que he podido llegar. En el pasado inmediato, Almería se ha beneficiado, a pesar del propio ayuntamiento, de dos grandes pulmones verdes. Digo "a pesar de" porque el alcalde no quería aceptarlos para no tener que gastar ni un euro en mantenerlos. El Parque Forestal del Boticario, diez hectáreas de vegetación autóctona, ha sido utilizado por el PP como moneda de cambio con la Junta de Andalucía. De hecho, el municipio aún no lo ha aceptado como parte de su patrimonio.

Algo similar ocurre con el sendero-mirador del Cordel de la Campita, en el paraje periurbano de La Molineta. La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha realizado aquí una inversión extraordinaria que el Ayuntamiento no quiere aceptar. Estas dos grandes superficies naturales, junto al Parque del Andarax, en la desembocadura del río, han supuesto el mayor crecimiento vegetal de la ciudad. 

El Ayuntamiento, por su parte, se ha conformado con los nuevos desarrollos urbanísticos: calles, viviendas y plazas de cemento: ni un solo metro cuadrado de sombra en diez años. Esta falta de sensibilidad medioambiental es, entre otras cosas, un ejemplo de miopía política imperdonable. Es coherente, sin embargo, con la desidia general del alcalde y de sus concejales en este tipo de temas. Sepan que nuestro querido ayuntamiento ha tardado ocho años, sí, ocho años, en hacer un diagnóstico medioambiental y poder así adherirse a la Agenda Local 21 de Ciudades Sostenibles de Andalucía. Como no movían un papel, se perdió un millón de euros en subvenciones.

Una década lleva este alcalde sin dar un paso para conectar el Paseo de Ribera con el Paseo Marítimo. Es una conexión necesaria que debe incorporar un carril-bici. Es una demanda justa que nunca ha encontrado comprensión en el gobierno municipal. Y eso que Almería tiene unas condiciones inmejorables para disfrutar de los paseos en bicicleta. Entiendo que el compromiso político con el medioambiente se tiene o no se tiene. 

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