Emilio Ruiz
www.emilioruiz.es
La aclaración del Tribunal Supremo sobre
la sentencia del 9 de mayo que declaraba nulas las cláusulas suelo de Cajamar
le van a suponer a la entidad almeriense 50,4 millones de euros, solamente en
lo que respecta al ejercicio de 2013. En un hecho relevante informado a la
Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la entidad almeriense dice que
el pasado viernes puso en marcha un proceso automático de eliminación de
cláusulas suelo de sus préstamos hipotecarios a consumidores y que “como
resultado del primer tratamiento informático realizado, se ha eliminado la citada
cláusula en 88.460 préstamos, que suponen en torno al 85 % del colectivo
objetivo, esperando completar la eliminación automática dentro de la presente
semana”.
“El impacto neto de impuestos –comunica Cajamar
a la CNMV- en el ejercicio 2013 de esta eliminación se ha estimado en 50,4
millones de euros, habiendo adoptado ya las medidas necesarias para absorberlo,
de manera que no esperamos una significativa reducción del beneficio previsto”.
Aunque la sentencia establecía seis
supuestos de nulidad de las cláusulas suelo (1. Que la hipoteca tuviera
apariencia de un contrato de préstamo a interés variable cuando el cliente no siempre se
beneficia de una rebaja del precio del dinero, 2. La falta de información suficiente de que se trata de un
elemento definitorio del contrato, 3. La apariencia de que el suelo
tiene como contraprestación imprescindible la fijación de un techo, 4. Su
ubicación entre una abrumadora cantidad de datos entre los que
quedan enmascaradas y que
diluyen la atención del consumidor, 5. La ausencia de simulaciones de
escenarios diversos que
reflejen cómo afectan al cliente diferentes comportamientos del Euribor y 6. La
inexistencia de advertencia previa clara y comprensible sobre el
coste comparativo con otros productos de la propia entidad)
Cajamar ha hecho extensiva la supresión a todas sus hipotecas.
Sin embargo, esta decisión de la rural
almeriense es aplicable solamente a las hipotecas suscritas por los clientes de
Cajamar, no a los clientes con hipotecas suscritas con cajas rurales que
posteriormente se han fusionado con Cajamar o que forman parte de su grupo
cooperativo, como es el caso de Ruralcaja, Cajacampo o Caja Rural de Canarias,
por ejemplo. Los clientes de estas entidades afectados por las cláusulas suelo
tendrán que esperar a ver el tratamiento que se da a los clientes del resto de
entidades que también la tienen establecida.
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