El Correo de Andalucía
Editorial
Pese a declarar públicamente que no había recibido sobresueldos por parte del
PP, la documentación remitida por el propio partido por requerimiento judicial
para las investigaciones de los casos Bárcenas y Gürtel demuestra que el alcalde
de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, no dijo la verdad y que sí cobró cantidades
considerables. La contabilidad oficial desmiente su versión y señala que recibió
149.000 euros brutos en seis años, a razón de 24.840 euros la anualidad.
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| Zoido |
Al trascender estos datos, el alcalde no ha tenido más remedio que reconocer
los hechos pero se agarra al tecnicismo de que no son sobresueldos, sino lo que
el PP define eufemísticamente como “gastos de representación”. La única
aclaración que ha hecho es que estas cantidades están declaradas a Hacienda y ha
pagado impuestos por ellas, intentando así zanjar el debate.
No lo ha conseguido. PSOE e IU ya le han recordado sus declaraciones negando
el cobro de sobresueldos y le reclaman explicaciones reales y detalladas. La
situación, teniendo en cuenta las actuales circunstancias sociales, exige que el
alcalde y presidente del PP andaluz despeje todas las dudas y haga todas las
aclaraciones oportunas y de manera pública.
La constatación de estos pagos supone que Zoido es víctima de varias y graves
contradicciones. Entre las banderas de su forma de hacer política están la
austeridad y la transparencia, dos cuestiones que ahora están cuanto menos en
entredicho y que por ello merecen explicaciones de parte del propio
protagonista. Porque estos pagos los recibió cuando era líder de la oposición
municipal y parlamentario, una época en la que resaltaba que renunciaba a uno de
estos sueldos como símbolo de una austeridad que pregonaba en público, pero que
ahora debe demostrar que practicaba en privado.
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