Manuel León
Redactor-Jefe de La Voz de Almería
La maquinaria ya está en marcha: Cajamar, la vieja rural almeriense, está a
punto de crear un nuevo banco cooperativo con socios nacionales y extranjeros,
uno de los pasos que pueden convertirse en más decisivos, desde que inició su
historia hace casi 50 años en una pequeña oficina en la calle Méndez
Núñez. Los órganos de gobierno y dirección llevan trabajando más de un año en la constitución de este banco que ha sido ya inscrito en el registro de
denominaciones con el nombre de Banco de Crédito Cooperativo. El banco
estará, en principio, controlado en más de un 90% por la propia Cajamar y el
capital restante por el resto del Grupo Cajas Rurales Unidas. De forma
paulatina, se abrirá el capital social al resto de cajas de ahorros no
adscritas al Sistema Institucional de Protección (SIP) y a alguna entidad
extranjera de origen holandés, alemán o portugués. Cajamar, en cualquier
caso, siempre conservará más del 50% de las acciones y tendrá mayoría suficiente
para decidir sobre el gobierno de la nueva entidad. La sede institucional
del futuro banco rural estará en Almería y la sede social en Madrid.
El objetivo de esta iniciativa corporativa es ganar en
volumen y fortaleza financiera y dar servicio a todas las cajas rurales
adscritas. El futuro Banco de Crédito Cooperativo no saldrá a bolsa. El hombre
fuerte de esta entidad, como consejero delegado, será Manuel Yebra,
vicepresidente y consejero delegado a su vez de Cajamar. El futuro presidente
del Banco no tendrá carácter ejecutivo. Los próximos pasos a dar de forma
inminente serán los de dar cuenta y se pedirá autorización al Banco de España y
a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y solicitar la ficha
bancaria. Cajamar Caja Rural seguirá funcionado como hasta ahora dedicado al
negocio comercial minorista, a los autónomos y a la pequeña y mediana empresa.
Seguirá actuando con sus órganos de gobierno, su plantilla de empleados y su red
de oficinas.
Al nuevo banco se traspasaría la tesorería y todo lo que tiene
que ver con el mercado de capitales y grandes empresas y las calificaciones de
rating. El banco actuará también como cabecera del Grupo Cajamar. A su vez un
grupo de empleados de los Servicios Centrales de Almería y Madrid pasarán a ser
empleados del banco, cuya dirección y consejero delegado permanecerán en la
Plaza de Barcelona de la capital almeriense. En el madrileño Paseo de la
Castellana estará la sede social.
Todo apunta a que en noviembre se debe celebrar una asamblea
extraordinaria en la que los socios deben ratificar el acuerdo de la Junta
Rectora. El objetivo es que entre marzo y abril de 2014 el nuevo Banco de
Crédito Cooperativo empieza a funcionar liderado por Cajamar y una veintena de
entidades de su grupo. Cajamar ha iniciado ya contactos para que otras
rurales que forman parte del actual Banco Cooperativo, con poca actividad, se
sumen a este nuevo proyecto financiero.
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