Antonio Lao
Director de Diario de Almería
El 'Caso Facturas', que no
es otra cosa que la emisión de recibos por parte de los gestores del Patronato
de Turismo, sin haber realizado viaje alguno, en la legislatura que Juan
Carlos Usero presidía la Diputación, amenaza con llevarse por delante el
prestigio de muchos y la credibilidad de una institución que ha sido siempre
modelo, ya fuera gobernada por el PSOE, ya fuera dirigida por el Partido
Popular.
Luis Pérez |
La trama, puesta en manos de la Fiscalía por el Partido
Popular, en concreto por el vicepresidente de la institución, Javier
Aureliano García, nos deja ya, y acaba de empezar la instrucción, una decena
de imputados, entre los que está el anterior vicepresidente de la institución y
su mujer; el exgerente del Patronato y su esposa; una pareja amiga de estos que
hizo uno de los viajes; la secretaria del organismo autónomo; el gerente de la
agencia de viajes Leitour y el empresario Joaquín Conde, de Publifiestas
Conde. Para cuatro de ellos, el exvicepresidente de la Diputación; el exgerente
de la agencia de viajes; el empresario y la exsecretaria del Patronato el juez
Luis Durbán ha dictado prisión, eludible bajo fianza de 12.000 euros. Si
quieren evitar la cárcel antes de que finalice el mes deberán depositar esta
cantidad de dinero en el juzgado.
Como ven, un caso de extrema gravedad,
en el que se podrían haber defraudado a las arcas públicas en torno al medio
millón de euros. Sorprende que algunas de las facturas pagadas eran por viajes
que nunca se hicieron y estancias en hoteles de meses, cuando nadie se había
alojado.
¿Qué hay detrás? Es algo que debe aclarar la justicia. Pero lo
que si parece evidente es que la decisión de poner el caso en manos de los
tribunales por parte del actual vicepresidente de la Diputación fue coherente y
responsable. Hizo lo que tenía que hacer, lo que se debe de esperar de un cargo
público que ha llegado a una institución y se ha encontrado con una serie de
irregularidades, ya veremos cuanto de punibles, pero que, bajo ningún concepto,
debía dejarlas dormir en un cajón.
Se puede criticar si lo hizo en
tiempo y forma -ya llevaba el PP gobernando un año- o con los criterios más
adecuados. Argumentos todos ellos banales y que se caen por su propio peso.
Parece que se han producido irregularidades y la prueba más evidente es el
número de imputados que ya hay. Por tanto, la actuación del máximo responsable
del Patronato de Turismo de Almería parece inmaculada, en cuanto está cumpliendo
con su deber como gestor y como político. Otra cosa es que a más de uno no le
llegue la ropa al cuerpo por lo que nos podemos encontrar. Sea lo que fuere, lo
cierto es que hay que llegar al final y depurar responsabilidades.
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