Juan
Torrijos
Periodista
Quien
esto asegura es el actual presidente del Parque, Rafael Peral. Luego el hombre
matiza que así lo cree. Oportuna matización. No debe estar don Rafael
totalmente seguro de su primer aserto y le pareció de lógica lo de creer. Señor
Peral, yo tampoco tengo la seguridad de que sea así. Y me gustaría equivocarme.
Almería necesita herramientas que sean, como usted asegura, fiel balanza de los
nuevos tiempos que les esperan a los almerienses del futuro y ahí tendríamos
que estar todos lo más cerca posible. Lo que no tengo muy claro es que haya
sido siempre así.
No
nació el Pita con buen pie. Lo sabe. Tuvo un parto complicado, difícil, si no
fue un aborto casi lo pareció, pero ahí está y no tiene la culpa el pobre de su
nacimiento. Lo extraño radicó en la dimisión de su anterior presidente. No deja
de ser nombrado que alguien se vaya cuando el éxito parece tan cerca. Parece y
nos gustaría que así fuera en el futuro. Pero los tiempos no parecen entonar la
mejor tonada para el parque.
La
explicación dejó una sensación agridulce en el personal. Supongo que a los
amigos les diría la verdad sobre una marcha sorpresiva para casi todos los que
han estado cerca del Pita y del trabajo en el desarrollado. No es normal
comerse todos los marrones y cuando van a llegar los dulces, si es que van a
llegar y no hay otras historias en el fondo, se deja la toalla en la playa más
cercana y a disfrutar del calorcito.
Pero
la vida tiene esas cosas. Si la
Junta no tiene dinero para apoyar a las empresas a instalarse
en el Pita, y dicen que no tiene ni un euro, no veo al personal dispuesto a moverse
por el antiguo Lic. Cierto es que las empresas ahorradoras no tuvieran más remedio
que entrar en el juego en las que las metió el señor Soler e intentarán por
todos los medios que el negocio sea rentable, y para ello serán los primeros en
aposentar sus reales en el centro, pero no sólo de pan vive el hombre y hace
falta que la “chicha”, como decía mi santa, acompañe la merienda del parque.
Un
consejo, señor Peral, si me lo permite. Don Nicasio Marín, médico y además
amigo, me
asegura que los que tenemos unos kilos de más, y a usted y a mí nos sobran unos cuantos,
la “chicha” con moderación y el pan de centeno.
El PITA no ha sido otra cosa que una operación inmobiliaria para poder edificar en suelo no urbanizable y lucrar al propietario de turno con buenos contactos en la Administración autonómica.
ResponderEliminar¿estaba Barcenas cerca?
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