Julio F. Béjar
Licenciado
en Filología
De
niño estudié en el colegio Rafael Alberti y desde el patio tenía una visión espectacular
y fantasmagórica del Toblerone. Aquel gigante de chapa alimentó mi imaginación
durante los recreos y fue el hogar de mis monstruos. Ya de mayor, ese amasijo
de hierros se convirtió en el motor de múltiples leyendas urbanas y el escenario
de crímenes atroces, en un plató de cine y un fabuloso estudio fotográfico.
Foto: Daniel Ortega Muñoz |
Pero
ahora, este espacio de creación alternativa pretende ser destruido. Tampoco nos
engañemos. Es feo, está sucio y divide la ciudad. Sin embargo, esa cordillera
de lata rojiza forma parte de la historia de Almería. Una ciudad que nunca aprendió
a amarse. Con sus virtudes y sus defectos.
El
Toblerone es una huella que el pasado minero (tan próspero entonces) dejó en el
paisaje de la ciudad. Y con esta demolición, los urbanistas pretenden convertir
a Almería en un vulgar escaparate de la costa mediterránea aniquilando las
huellas urbanas de su memoria, es decir, la competitividad turística a
cualquier precio, la especulación y la simbólica llegada del progreso con el
soterramiento (aunque llegue demasiado tarde como la A-92 ).
Puede
que sea feo. De acuerdo. Pero su relieve está impreso en la memoria visual de
los almerienses. Nos guste o no. Mi propuesta, como mero usuario de la ciudad,
es el reciclaje. Reconvertir ese espacio. Ser coherente con el pasado urbano para
proyectarse hacia el futuro. Heredar.
Pienso
entonces en Le Corbusier, en que «la arquitectura es el juego inteligente, correcto
y magnífico de los volúmenes ensamblados bajo la luz.» La luz. Ese único monumento
que en Almería nunca podrá ser destruido por el nefasto urbanismo.
Cuántas cosas se podrían realizar dentro de ese recinto, pero es más fácil tirarlo, destruirlo, dejar en escombros una historia de Almería, una Almería que además de ser olvidada del resto de España, quieren que la olviden históricamente. ¿Cuántas equipaciones se podrían hacer en su interior? ¿Un museo de la ciudad, ampliarlo? ¿Un centro de Bellas Artes? ¿Cuántos equipamientos de la ciudad están desperdigados por la urbe y pudieran estar en un mismo lugar como centro y punto de encuentro de los almerienses? Prefieren la destrucción, como está ocurriendo con España. Mejor destruida que ser reciclada.
ResponderEliminarBien integrado en el Patrimonio inmueble de Andalucía. Código: 01040130277
ResponderEliminarhttp://www.iaph.es/patrimonio-inmueble-andalucia/resumen.do?id=i190201
Consejería de Cultura de la Junta ¿hay alguien ahí?.
Primero fue la cueva de Conan, ahora el Toblerone, mañana el acebuche..................manda huevos, con los amigos de HECUO.
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