Juan Carlos Pérez Navas
Secretario de Organización del PSOE de Almería y Senador
Corren ríos de tinta en los
periódicos sobre el caso 'Bárcenas', los sobresueldos del PP y la presunta
financiación ilegal del partido que gobierna este país con Mariano Rajoy a la
cabeza. Está claro que como ciudadano se puede entrar a conocer todos los
detalles que uno quiera sobre un tremendo caso de corrupción que tiene a España
en la boca, incluso, de los analistas internacionales pero, al final, todo se
resume en una palabra: Respeto. Me voy a explicar.
Matarí |
Cuando los
representantes públicos somos escogidos por el pueblo en unas elecciones nos
comprometemos a trabajar para y por ellos desde el respeto, a representarlos y a
convertir su vida, su entorno, en algo mejor. Cada uno de los votos introducidos
en las urnas supone el depósito de una inmensa confianza para avanzar en
positivo y juntos que no podemos defraudar. Especialmente ahora, cuando la
ciudadanía lo está pasando mal y, con todo el derecho, mira con lupa cada gesto
de la clase política, no podemos permitirnos perder el tiempo en otro fin que no
sea el de trabajar por quienes nos llevaron hasta el Senado, el Congreso, el
Parlamento andaluz o cualquier Ayuntamiento.
Por eso, me entristece y
decepciona profundamente saber que mientras que unos tratamos de paliar las
deficiencias de la provincia en materias como infraestructuras -ese AVE que no
llega y ese soterramiento soterrado por el PP-, agua -desaladoras paradas
mientras que los acuíferos se llevan a su límite-, agricultura -con un sector
que, pese a ser motor de empleo, no cuenta con la consideración de una rebaja
fiscal que alivie sus malos resultados en anteriores campañas-, investigación
-tratando de evitar el desmantelamiento del Calar Alto- y un largo etcétera más,
otros se hayan dedicado a mandarse mensajes para ocultar sus reprobables
actividades.
El PP ha estado ocupado en otra cosa en lugar de
representar los intereses almerienses en Madrid, que es para lo que se les paga
religiosamente cada mes. Y esa desvergüenza, que podríamos calificar de muchas
maneras más, es cuanto menos, una inmensa falta de respeto a quienes les votaron
y a quienes no, que se reitera y agranda cuando se niegan a dar explicaciones
sobre el papel que jugaron en los tejamanejes de su partido a través del
parlamentario Javier Arenas y del diputado nacional Juan José Matarí.
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