David Uclés
Director de estudios agroalimentarios de
Cajamar
Hace muchos años, cuando era más joven,
aprendí una lección muy importante sobre turismo: esta actividad, tan vital
para Andalucía, no vende camas de hotel, lo que vende son experiencias, vivencias,
recuerdos, que viajan empotrados en los cerebros de los turistas, y en sus
fotografías, hasta sus países de origen.
Andalucía es una potencia en turismo y
en la producción de alimentos de calidad. Nuestro fuerte en el turismo, no
obstante, se centra en el sol y playa (concentrado por definición en los meses
de verano) y en el patrimonio. Aunque presentamos enormes potencialidades tanto
en el turismo de naturaleza como en el de deportes.
Para todos estos nichos de mercado, la
producción agroalimentaria andaluza ofrece productos de calidad que pueden,
como hemos comentado más arriba, subrayar la experiencia del turista. Por
ejemplo, el turista de naturaleza redondearía su satisfacción probando algunos
de los productos de nuestra agricultura ecológica (Andalucía concentra el 52
por ciento de la superficie ecológica española).
El turista cultural y de patrimonio
estará interesado en probar elaboraciones de reminiscencias andalusíes (sobre
todo si visita los monumentos que el mundo islámico dejó en nuestro suelo). Los
que buscan deporte y salud pueden disfrutar de la enorme variedad y calidad de
nuestras frutas hortalizas (incluso si nos visitan en invierno)... Incluso en el
caso del sol y playa se pueden encontrar sugerentes complementariedades, por
ejemplo con los pescados y sus elaboraciones.
Por desgracia, los cambios que se han
producido en la oferta turística mundial han llevado a nuestro sol y playa a
centrarse en la oferta del todo incluído, que pone el acento más en la
contención de costes para poder ofrecer precios competitivos en los hoteles. No
en vano esta revolución comenzó por las líneas aéreas low cost. Esto
implica que sea complicado, precisamente en el segmento más numeroso, cuidar
esas complementariedades entre alimentación y experiencia turística.
En julio y agosto Andalucía recibirá a
cientos de miles de turistas, potenciales consumidores, tanto en destino como
en origen, de nuestros productos. Sería una pena dejar que regresaran a sus
hogares sin que hayan degustado alguna de nuestras muchas especialidades o sin
conocer las relaciones entre nuestra agricultura, nuestra historia y nuestra cultura,
en resumen.
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