Jesús
Martínez Capel
Asociación
de Amigos del Ferrocarril
Desde
que se construyó el ferrocarril de Linares a Almería, todos los terrenos
situados al este de la playa de vías de la Estación de nuestra ciudad hasta pasada la Boquera de los Caballos eran
propiedad de la dueña de la línea, la Compañía de los Caminos de Hierro del Sur de
España. Cuando comenzó a funcionar el tramo Guadix-Almería en 1895, Sur de España
tenía divididos los terrenos de la
Estación a ambos lados de la vía, en parcelas que utilizaban
las compañías mineras y los comerciantes de minerales españoles o extranjeros
como depósitos reguladores para, desde ellos llevar al puerto con carros, en
donde se embarcaban los graneles mediante braceros. Sirvan de referencia los
nombres de algunos de ellos: Alquife, Hierros de Olula, Agustín Yza, Baird, The
Soria Mining, o Petersen.
Toblerone / Ideal |
Con
el embarcadero de Alquife funcionando desde 1904, la Compañía Baird , que
había comenzado a explotar el yacimiento del Marquesado en la segunda década
del siglo, necesitaba embarcar el mineral con instalaciones y métodos modernos,
pues era prohibitiva la carga por el Muelle de Levante a base de carros, braceros
y espuertas. Es por ello por lo que el12 de noviembre de 1912, firmaban un
contrato con Sur de España (propietaria de la línea y que más tarde sería subrogado
por Andaluces, concesionaria de esta) para construir una vía de acceso a su
embarcadero cuya construcción comenzó en 1915 y concluyó en 1918. Ivo Bosch,
principal accionista de S. de E., se había hecho con los derechos de construcción
del embarcadero y los había vendido a Baird.
Para
la construcción del viaducto de 26 arcos y dos puentes metálicos hubo que
desviar la Boquera
de los Caballos. En 1929, la Baird
vende sus instalaciones al grupo franco-argelino Mokta-el-Hadid, que redenomina
a la compañía como Compañía Andaluza de Minas (C.A.M.), y la voz popular nombró
a este embarcadero como “Cable Francés” en contraposición al de Alquife o “Cable
Inglés”.
Con
la nacionalización de las compañías ferroviarias después de la guerra, Renfe pasó
a ser la propietaria de los terrenos de Sur de España al otro lado de las vías,
que eran baldíos y estaban cruzados hacia el este por el viaducto de la C.A .M., por cuyos 26 arcos de
piedra se denominaba a la zona aledaña Campo de los Arcos, y de nordeste a
suroeste por la explanación de la línea férrea de Sierra Alhamilla, ya
desmantelada y que pasó a ser la carretera del Matadero, después carretera de los
Molinos a Ciudad Jardín.
Desde
la construcción de la Ciudad
Jardín ya se vio que la descarga del mineral de los trenes
que circulaban por el viaducto a los depósitos previos al embarcadero eran un suplicio
para los habitantes del barrio y de la zona de San Miguel, pues el polvo rojizo
lo impregnaba todo. El clamor popular era constante y creciente.
Y
llegados al final de los años 60 los problemas se acentúan. Además de las quejas
populares el ritmo creciente de la extracción de mineral en las minas produce un
estrangulamiento en el flujo de transporte-almacenamiento-embarque que llega a
paralizar la producción en algún momento. Las instalaciones, pensadas para procesar
2 o 2,5 millones de toneladas anuales, no eran suficientes para la creciente producción.
El
foso podía descargar dos vagones a la vez, o sea, 300 Tm. en cada descarga.
Previo al silo había una instalación para absorber el polvo del mineral. En el
silo y mediante cintas transportadoras y tubos se pesaba y seleccionaba el
mineral, situándolo en diferentes depósitos según su calidad. El proyecto lo
hizo la sociedad Harris Bosch Aymerich y el director del proyecto fue Francisco
José Pérez Manzuco y Hernanz en 1973.
Tras
la apertura por Renfe de un expediente de terrenos sobrantes para la
explotación ferroviaria, la C.A .M.
adquiere su propiedad el 12/12/72. En el año 75 se derriba el viaducto y se
pone fin a la penosa y larga etapa del “polvo colorado”. En 1983 la C.A .M. cede al Ayuntamiento de
Almería una franja de terreno para terminar la carretera de los Molinos a
Ciudad Jardín, desde entonces Carretera de Sierra Alhamilla, hasta enlazar con
la carretera de Ronda.
El
sistema foso de descarga-silo-embarcadero estuvo en funcionamiento hasta octubre
del 1996 en que llegó a la
Estación el último tren de mineral.
Y
hasta aquí la pequeña historia de este tan controvertido “edificio”, “El
Toblerone”, al que la voz popular ha nombrado como a la famosa, y de peculiar
aspecto, barra de chocolate.
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