Amy Cazorla
Estudiante de Filología Hispánica de la UAL
Para poder entender todas mis palabras necesitaremos
retroceder prácticamente un siglo para comprender las bases de la teoría que
sustentaré ante mi título. Quisiera basarme en uno de los filósofos de la
sospecha, además del creador de las bases del comunismo y su posterior escisión
al socialismo: Karl Marx. Actualmente podemos ver de forma casi cotidiana como
la diferencia entre las clases sociales es cada vez más y más evidente,
llegando incluso a un punto en el cual no podemos sino sentarnos a contemplarlo
con impotencia.
Las noticias nos hablan de reformas laborales que
posibilitan el despido fácil de los empleados, el dinero es escaso, la crisis
comienza a socavar las tumbas de las clases más débiles, que, desesperadas, no
hacen más que hundirse en el fango del
capitalismo.
He de suponer que a estas alturas se preguntarán a dónde
quiero llegar con esto, y cuál es la relación con los llamados filósofos de la
sospecha. No hace falta más que retornar la mirada al primer párrafo y
remontarnos a la época de sublevaciones que vivió Marx. Yo, lejos de hablar de
la parte económica –que quizás sea mencionada por encima-, quiero centrarme en
su crítica al capitalismo por medio de la sociedad.
Según Marx la palabra alienación se refiere a la
explotación del hombre por el hombre, a la pérdida de autonomía y libertad de
una clase social. Para él, esto es provocado por la mera existencia de la propiedad
privada de producción. Seguramente si alguien le hubiera preguntado, Karl Marx
contestaría sin dudar que el capitalismo es una forma sutil de esclavitud.
Quisiera centrarme en este concepto. Alienación, en su
significado más profundo, quiere decir la propia supresión de la personalidad
del individuo, dejándolo así despojado de su propia libertad. Basta con mirar a
nuestro alrededor para darnos cuenta de cuán cierta era la teoría de Marx. Si
entendemos alienación, además de como la eliminación del carácter psicológico
individual de cada ser, como la definición anteriormente dada, en la que se
compara la esclavitud y a la desposesión de toda una clase social, podremos ver
las deficiencias actuales representadas en una idea de hace más de un siglo.
¿No es curioso que en lugar de avanzar nos hayamos estancado? Hemos quedado en
un punto desastroso que cada vez es más insostenible.
A través de la alienación de clases, las “clases del
estado de bienestar” se aseguran no perder ninguno de sus privilegios –y sí,
privilegios. ¿o acaso hoy en día cualquier persona puede adquirir un coche, una
casa o un simple ordenador tan fácilmente como años atrás? Alienación hacia la
clase obrera-.
Se trata, sin duda, de un medio de control disimulado
gracias al que nadie puede hacer nada sin previamente pasar por el aro del
capitalismo. Tal como en la era de la esclavitud, el individuo ha dejado de ser
su propio dueño para estar en las manos de las grandes empresas que dominan el
mundo. Este factor se ha repetido cientos de veces a lo largo de la historia:
la clase oprimida –en nuestro caso, los trabajadores; en el suyo los obreros y
en el de la Antigua
Grecia , los esclavos- alcanza un punto en el cual su
capacidad de adquisición y libertad personal se ve restringida por culpa de la
propiedad privada, que obliga a actuar como si el mundo fuera una gran guerra
desde el mismo momento en el que naces.
Al principio la alienación puede pasar desapercibida.
Comienza afectando a uno, dos, tres personas. Luego esas decenas se convierten en
centenas. Las centenas en miles. Los miles en millares. Y cuando quieres darte
cuenta la alienación ha sido extendida a una clase social, que ahora se ve
obligada a aceptar condiciones inaceptables, trabajos de explotadores y a
sufrir con impotencia los constantes abusos de los que manejan el poder, con
tal de tener algo de dinero. Como bien había señalado en su época Marx, la
existencia de la propiedad privada está siendo, en nuestro caso, la perdición.
¿No es esto, acaso, una muestra más de la alienación a la
que somos sometidos desde nuestra más tierna infancia? Lo terrible es eso. Que
algo que fue dicho hace cien años siga teniendo validez hoy. Que aquello que
debería de haber terminado, ahora incluso más notorio, puesto que no es algo
reducido a una clase social, sino que se ha extendido como una plaga en el
resto. Si bien los trabajadores son alienados por culpa
del dinero, el resto de clases sociales lo son por culpa de la propia cultura
que intenta imponerse a toda costa.
Creo que la raíz de la alienación no se halla en la propiedad privada en sí, sino cómo damos uso de ella. En los USOS DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN, Que no los tenemos regulados-gobernados convenientemente. Dejo el siglo literal del XIX para analizar el presente: la alienación existe en cuanto que cada ciudadanos "entrega" su capacidad critica y compromiso social, en primer lugar, y segundo porque aquellos que elegidos para "gobernar" son torticeros, mediocres y defraudadores. De estas dos razones veremos las decisiones que tomamos.
ResponderEliminarAlienación por culpa del dinero, clase obrera,... y extrapolándolo a la actualidad. No es de extrañar el perfil tan bajo de la Universidades españolas. Este es el sesgo ideológico de nuestra universidad. Mientras tanto otras universidades están con el I+D+i. Pero claro, esas universidades son capitalistas, las tildamos de fachas y todo solucionado.
ResponderEliminarEs un buen ejercicio de clase. Enhorabuena. Pero, más de eso... ¿Podrías poner algún ejemplo concreto, real, con situaciones que afecten a personas?
ResponderEliminarNo entiendo cómo se puede hablar de marxismo y eludir la parte económica (apaga y vámonos).
No es más que discurso autoconvincente. Hay que salir a la calle. Vivir y sacar conclusiones.
Yo más bien diría que es un ejercicio de bachillerato de la LOGSE, y me parece que esta alumna no entiende bien los conceptos de contexto histórico, sociedad actual ni macroeconomía. Parece que no han dado todavía la clase de historia ni filosofía del s.XIX ni del XX. Del XVIII alemán a hoy en día de un salto. Y Economía no está en su plan de estudios. "De miles a millares" es para subir nota. Eso, si clase obrera, lucha de clases,... con eso ya puede pedir el carné del partido.
ResponderEliminarPor eso usted esta muy bien enterado. Otro que disfruta de la subida de impuestos y de los recortes.
EliminarPor eso usted esta muy bien enterado. Otro que disfruta de la subida de impuestos y de los recortes.
EliminarLos recortes y subidas de impuestos son la consecuencia. Soy un indignado con los partidos, sindicatos, universidades, sistema bancario ...., todos tienen algo que les une: derrochadores de dinero público (el de todos) en favor de unos pocos. Esta es su teoría de clases pero aplicada a la única clase social privilegiada y alienante, la cercana a los partidos, sindicatos y demás órganos sostenidos por el estado para alienar a la sociedad civil. Todos han contribuido al fracaso colectivo que tenemos: el desempleo más grande de Europa.
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