El relevo de Griñán, un fraude, según Hernando

Juan Torrijos
Periodista / La Voz de Almería

Le compro el argumento al diputado popular por Almería si reconoce al mismo tiempo que otro fraude fue el relevo de Esperanza Aguirre en Madrid. Lo que no parece de recibo es que cuando lo hace uno está bien y cuando es el otro se convierte en un fraude. Piensan estos políticos que somos estúpidos. 

Rafael Hernando y Javier Aureliano
Entiendo que el PP pida adelantar las elecciones en Andalucía, y que el PSOE no esté por la labor. En Madrid era el PSOE el que las pedía y el PP el que no entraba en el juego. Algún día los políticos dejarán de usar la ley del embudo. Mientras no lo hagan, los ciudadanos seguiremos pensando que los únicos bobos e inútiles son ellos.

Somos muchos los que pensamos que esos relevos políticos tienen un tufillo raro, pero tal y como se lo han montado los partidos no dejan de ser un fraude político pero legal. Se vota a un partido, no a un candidato. Al presidente lo nombran los diputados, no los ciudadanos.

Consecuentes con ello, si un presidente deja el poder los demás diputados votan al siguiente. Todo legal. ¿Que deberían cambiar la ley? Sin ninguna duda. Pero no quiere ninguno de los dos grandes partidos: PP-PSOE. Y diría más, tampoco lo quiere el tercero, IU, que una vez que ha metido la cabeza en el poder y, según las consultas subiendo, le interesa el actual sistema. No cambiarán ni una coma y seguirán haciendo lo que les dé la gana.

Uno de los argumentos usado por Javier Aureliano para pedir elecciones anticipadas es “Por la dignidad de Andalucía”. ¿Y por la dignidad de Madrid? La de Madrid, como están mandado los peperos no peligra. La de Andalucía, en manos del PSOE y de IU, sí.

El descaro de estos políticos es descomunal. Les importa un pimiento usar un argumento aquí y el contrario en la comunidad vecina. No se les cae la cara de vergüenza cuando apoyan el trasvase del Tajo y se oponen y se cargan el del Ebro. Si la mariscada se la da uno de IU es de pecado, si lo hace uno del PP en Garrucha se trataba de una recepción de la que el pueblo iba a sacar beneficios.

Te lo dicen y se quedan tan panchos. No se les desprende la cara. No busquen parte de los mofletes por los suelos que no se les caen. Los tienen bien agarrados a los sueldos y sillones de que disfrutan. El único fraude de verdad: ellos. Los políticos.

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