Eugenio Gonzálvez

Juan Torrijos

Periodista

Este gran hombre, por el volumen, no pasa día en que no nos ofrezca alguna perla digna de mención. La penúltima, la del ministro de Agricultura. Según el alcalde de Gádor y senador, no lo olviden, Miguel Cañete es el mejor ministro para los intereses de los agricultores almerienses. No acababa de soltar gracieta tal cuando el sector en pleno sacaba a relucir que el reparto que está haciendo el Gobierno del dinero conseguido en la PAC dejaba a Almería con dos palmos de narices y a los tomates con las vergüenzas al descubierto. Y eso que tenemos al mejor ministro, según Eugenio, para el campo almeriense. Si hubiese sido el peor...

Gonzálvez y Cañete

La agricultura almeriense va a recoger el dos por ciento de las ayudas. Como lo han leído. ¿Solo el dos por ciento? ¡Pero si dice Eugenio Gonzálvez que Cañete es la repera para el campo almeriense! También decía el alcalde de Gádor, senador del Reino y presidente de la Mancomunidad,  que si la Junta no hacía un sondeo este verano cuarenta mil vecinos del Bajo Andarax pasarían sed.

¿Y qué ha pasado? No hay sondeo y tampoco han aparecido los cuarenta mil sedientos.  Esa boquita que tiene los políticos.

Me llamó la atención el apoyo a los emprendedores. Ciento y pico mil euros a repartir entre veintitantos. Total: a unos cinco mil euros por testa. No salen de pobres estos emprendedores, poca es la ayuda para un negocio que empieza, pero reconozcan que para unas cañas en la inauguración es un avance.

¿Y qué me dicen de la carretera “sierra” que le está haciendo su amigo Gabriel Amat? ¿Le va a sustituir en la presidencia de Diputación (su gran sueño) si el roquetero decide no seguir? Carretera de Paulenca que no lleva a ninguna parte, que acabará en una rotonda y que parece una “sierra” en algunos de sus tramos.

Es extraño que ni siquiera la oposición en Navarro Rodrigo se haya dado una vuelta por la citada. La carretera no la quiso iniciar el PSOE en la etapa de Usero. Era una carretera para un pelotazo urbanístico que no se ha consumado por la crisis. ¿Y mañana? Las esperanzas nunca se pierden.

La situación económica por la que atraviesa nuestra provincia tendrá algún día que acabar, piensa uno. Y entonces la carretera, con dientes de sierra, pero ahí estará.