La 'espantá' de Arenas

Marcial Vázquez
Comentarista político

Es muy posible que la retirada de Griñán no sea todo lo ejemplar que pudiera ser pero siempre mucho más decente y respetuosa que la de Arenas. Hay que reconocer que en el PP andaluz están tan perdidos que no hacen otra cosa que ahogarse en su propia demagogia al pedir elecciones anticipadas en Andalucía cuando ellos aún no tienen ni candidato; y cuando hacen de la marcha de Griñán un motivo de crítica permanente, olvidando que su líder mitológico, Javier Arenas, no tardó ni 24 horas en coger el AVE a Madrid después de que su victoria impotente no le sirviese para acabar en la presidencia de San Telmo. En este sentido ni la viagra electoral de Zapatero que tanto dio al resto del PP nacional sirvió para llevar a la Junta andaluza al personaje más tóxico que ha dado la vida política de nuestra región en toda la democracia. 

Qué tiempos aquellos...
Llegados a este punto hay que poner las cartas encima de la mesa y reconocer los errores y aciertos que presenta el balance de Griñán una vez que ha dado paso a Susana Díaz. Yo no diré, como Mario Jimenez, que el ya ex presidente andaluz es lo mejor que le ha pasado al PSOE, pues considero que lo mejor que le ha pasado al socialismo, a España y a la democracia ha sido Felipe González. Pero dejando a un lado afirmaciones tan rotundas que no deben ser tomadas como guía hegemónica del socialismo andaluz sino como una expresión de agradecimiento y admiración a nuestro aún presidente del PSOE a nivel nacional, Griñán ha marcado un camino de no retorno en cuanto no solamente a la ética sino también a la estética que maltrata diariamente el Partido Popular. Nadie en el PSOE andaluz puede sentirse orgulloso del escándalo de los ERE ni siquiera por la respuesta del partido y de la Junta, pero de ahí a que venga la derecha a dar lecciones de moral y de responsabilidad política hay un trecho que no se puede recorrer sin un grado de sectarismo y varias dosis de incoherencia. 

Porque en el PSOE andaluz no se le ha hecho ningún homenaje ni se ha sacado a hombros de una plaza de toros a ningún imputado en la trama de los ERE. Ni tampoco se ha negado la creación de una comisión en el parlamento andaluz para investigar sobre la trama. ¿Se ha negado Griñán a hablar, en sede parlamentaria, de este caso de corrupción? Al revés que Rajoy, ha ido a dar la cara. Y en estos momentos que decide dar un paso atrás para asumir de manera preventiva una responsabilidad que muchos defenderían incluso injusta, es una ofensa a la dignidad política que venga el partido de los sobres y los maletines a criticar el gesto del ex presidente y a decir que Griñán "ha maltratado y ensuciado el nombre de Andalucía?". Pero, ¿sabéis quien maltrata y ensucia el nombre de los andaluces?, esa derecha que en Madrid nos ahoga para que luego salga Zoido en Sevilla pidiendo a la Junta inversión y criticando recortes; esa derecha que insulta a los niños andaluces asegurando que dan clases sentados en el suelo, como hizo la incompetente y corrupta de Ana Mato; y nos maltrata y ensucia esa derecha que nos califica a los andaluces como borregos y cautivos porque nunca le hemos dado a ellos la llave de nuestro destino. 

Algunos, en definitiva, se preguntarán si es justo que tras la marcha de un candidato se proclame como presidente a otro miembro del partido. Y, sinceramente, aquí se pueden aceptar ambas interpretaciones. Para mí el mandato del candidato investido inicialmente debería de agotar siempre la legislatura, excepto en caso de extrema enfermedad o fuerzas mayores. Yo lo establecería por ley. Pero también es cierto que nuestra Constitución deja abierta la posibilidad de que incluso pueda ser presidente del Gobierno alguien que no haya ido en las listas electorales y se proponga como candidato contando con el apoyo de la mayoría del Parlamento. Y hay que entender estos mecanismos de la democracia parlamentaria como perfectamente legales aunque desigualmente legítimos. 

Lo que nunca será legítimo en democracia, y dudosamente legal, es un partido, como el PP andaluz, que ha afirmado abiertamente que los ERE han sido un mecanismo del PSOE-A para ganar las elecciones autonómicas. Pero mira, Sanz, aquí el único partido que lleva 20 años financiándose ilegalmente y cobrando 22 millones en sobresueldos no es el partido socialista andaluz, sino el Partido Popular. Lo dice un tal Bárcenas, vuestro ex tesorero. 

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