Las patochadas de Rafael Hernando

Kayros
Periodista

En los días informativamente amorfos los periodistas que no sabemos por dónde salir ni cómo enjaretar el pellejero artículo de todos los días, disponemos de un recurso que casi nunca falla, y es ir a ver qué ha dicho Rafael Hernando, una joya parlamentaria llegada de Guadalajara.

Rafael Hernando
Así que me he puesto a esperar hoy en el portón de los sustos para que salga el morlaco astifino de alguna de sus frases llenas de aristas y me encuentro con que fue la República la que llevó a la Guerra Civil y por ende a un millón de muertos.

No fueron tantos, según los mejores historiadores, pero ese no es el tema. En tiempos de Felipe González, corría el rumor entre los socialistas de que las contestaciones duras y comprometidas se las dejaban a Guerra para que éste ejercitara su lengua de víbora.

Aquí ocurre algo parecido. Los tres o cuatro portavoces del Partido Popular se turnan en la brega diaria de defender a su partido y cuando aparece algo aberrante y gordo se dicen entre ellos: “Mira, eso que lo conteste Rafael”. Y allá que va Rafael deslenguado, hiriente y destrozón, buey en una cacharrería.

Lo que acaba de decir el guadalajareño es, como ha dicho Juan Moscoso, una falta de respeto intolerable a las víctimas de un golpe de Estado que duró cuarenta anos. Me pregunto sorprendido en qué fuentes históricas habrá bebido este hombre para no saber todavía quienes se levantaron contra el Gobierno de la República y quienes fueron los que dieron el golpe, causa fundamental de tantas muertes.

Al margen del asunto de las banderas y de la legalidad vigente, lo que no podemos ocultar a estas alturas es el saber histórico acumulado durante tanto tiempo por numerosas autoridades en la materia. Una patochada de ese calibre solo merece el desprecio no solo del mundo académico sino también de los ciudadanos de la calle.

Vivimos un tiempo en el que la verdad camina avergonzada como puta por rastrojo. Miente que algo queda, dijo el otro. El oficio de portavoz de partido político que vive más para ocultar la verdad que para difundirla resulta patético.

1 comentario:

  1. en los días amorfos, como no hay mucho criterio, pues cagarrutas donde siempre...

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