Deborah
Serón
Concejala
del PSOE
Los
manuales políticos nos dicen que lo que diferencia a la derecha de la izquierda
es el concepto que tiene de lo público. Hay muchas más cosas, desde luego, pero
este concepto concreto ya resulta definitorio. En el saco de lo público metemos
los servicios básicos, las libertades individuales, la transparencia en la gestión
y la defensa del bien común.
Antiguo edificio del Banco de España |
Uno
de esos bienes comunes es el que emana del patrimonio colectivo, léase legado
cultural, nombres consagrados en las artes y las ciencias y, esto también, la
propiedad pública, el patrimonio colectivo de los ciudadanos.
Sirva
este preámbulo para decir que el patrimonio de nuestra ciudad, en su acepción
material, viene decayendo por la desidia y falta de preparación de quienes la
dirigen. Donde antes éramos usuarios ahora somos clientes. Determinados
edificios y servicios municipales son de pago porque ahora los gestiona una
empresa aunque haya sido nuestro dinero el que los puso en pie.
Recuerden,
por ejemplo, la red de instalaciones deportivas municipales, adjudicada a
particulares, la Escuela
de Música, etc.
Nuestro
alcalde y su equipo demuestran año a año lo poco que les interesa el bien público.
Sea el antiguo cuartel de la
Policía Local , el edificio de Protección Civil en Los Molinos
o la casa de José Ángel Valente, sin ir más lejos.
Tampoco
les interesa aumentar el patrimonio de la ciudad, que solo ha engordado gracias
a la innecesaria y sospechosa adquisición del antiguo hospital de la Virgen del Mar.
En
el pleno del martes, el alcalde se preguntaba que para qué quería la ciudad
quedarse con el edificio de la
Comandancia de Marina. Tampoco nos servirían de nada, según su
criterio, el de Correos o el del Banco de España. Estoy segura de que si
nuestro país tuviera un gobierno socialista en estos momentos, el PP habría corrido
para solicitarle la cesión de todos esos edificios. Con el mismo ahínco con el
que piden a la Junta
de Andalucía la entrega de la
Plaza de Carabineros.
Lo
que observo es la sumisión del alcalde-senador a los dictados del gobierno de
Rajoy, una sumisión que perjudica los intereses de nuestra ciudad. ¿Acaso perdemos
algo por solicitar la cesión de un inmueble? Como mucho, el coste de una carta.
¿Qué
ganaríamos con un edificio como el de la Comandancia de Marina? Pues 1.500 metros cuadrados
que bien podrían acoger desde una biblioteca de barrio a un Museo del Mar,
pasando por una Escuela Infantil o una Casa de la Juventud.
Hay
muchos servicios de los que adolece nuestra ciudad, pero el alcalde no tiene altura
de miras suficiente como para imaginar la ciudad del futuro. Su proyecto está
agotado y carece
de ambición y coraje para luchar ante sus compañeros y jefes de partido para defender
lo que Almería necesita y se merece.
Aclarar que el PSOE tiene de socialista lo que yo de beato y la historia reciente de este país lo corrobora. Deborah Serón, ¿qué papel ha jugado el PSOE en la privatización de las telecomunicaciones (Telefónica) y las eléctricas? Si no sabe la respuesta entiendo que haya escrito este artículo y si la sabe este artículo se lo podría haber ahorrado. ¿Sabe quién dijo: "a mí el PSOE me pasa por la derecha"? Pues lo dijo un tal Adolfo Suarez y el tiempo le sigue dando la razón. ¿Quién ha modificado la constitución de la noche a la mañana sin posibilidad de consulta popular?
ResponderEliminarSra. Deborah Serón, ¿Porqué no dió esta respuesta al Sr. Alcalde cuándo este le formuló la pregunta de para qué uso solicitaban dicha cesión en el pleno ordinario? ¿Acaso en aquel momento no sabía la respuesta?
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