Antonio Lao
Director de Diario de Almería
La "bofetada" que la nueva
presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha dado al PSOE de
Almería todavía se digiere en las huestes que dirige José Luis Sánchez
Teruel, y como una mala digestión va a necesitar de varias cajas de Alka
Seltzer para retornar a la normalidad. La opinión de la práctica totalidad
de la dirección provincial es la misma: incredulidad, tanto por la forma como en
el fondo.
Diario de Almería de hoy |
Aún así, de puertas hacia fuera se han cerrado filas y se trata de
vender Andalucía como un todo, sin importar el lugar de nacimiento de los
consejeros. Reconozco que siendo justos así debieran funcionar las cosas. No
importar donde has nacido, si al final de lo que se trata es de trabajar por y
para Andalucía. Dicho esto, no deja de resultar extraño que la única provincia
que no tiene consejero sea Almería. Un dato a tener en cuenta, que para nadie ha
pasado desapercibido, y que, no lo duden, traerá cola en el futuro para los
dirigentes de esta tierra. Unos dirigentes que califican el hecho de "mero
accidente", aunque van a tener que lidiar con este Miura durante el
resto de legislatura.
No va a ser fácil restañar las heridas abiertas.
Una y otra vez se ha lamentado que se tire de provincianismo o victimismo desde
esta tierra cuando la realidad parecía otra. Lo que pasa es que los hechos son
testarudos y una y otra vez vienen a dar la razón a aquellos que insisten en el
síndrome de esquina de esta provincia. Con hechos como este es complicado
creer que no exista marginación u olvido hacia esta tierra, capaz de generar,
por ejemplo, el 25% del valor agrícola de toda la comunidad.
Susana Díaz
y su Gobierno van a tener que hilar muy fino con Almería. Sus visitas aquí van a
ser miradas con lupa, sus palabras descifradas vocal a vocal y los fondos
que en forma de presupuestos nos alcancen van a tener muy generosos para
desterrar lo que, no sólo los militantes y dirigentes consideran una afrenta,
sino lo que se ha convertido en un pensamiento generalizado en toda la sociedad.
José Luis Sánchez Teruel y sus compañeros de ejecutiva no lo van
a tener fácil. Si la primera zancadilla llega de aquellos que se suponen deben
ayudarlo, imagínense lo que les va a llover desde la oposición. Aún así quiero
ser positivo y entender que de los errores se aprende y será la última vez en la
que un almeriense se siente marginado y olvidado por aquellos que lo gobiernan.
Este partido ha empezado a perderlo Almería y su provincia desde el
minuto uno, aunque dura todavía casi tres años. La rectificación y
convencimiento deben llegar cuanto antes, no con palabras que se las lleva el
viento, sino con hechos.
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