Trino Tortosa
Galerista
El nuevo Gobierno de la
Junta, presidido por Susana Díaz, lo tiene bien claro: ninguna consejería para
los almerienses. Un grave error y un desprecio más para la tierra que paga los
mayores impuestos a Sevilla y que menores contraprestaciones recibe. Por si
fuera poco nos han desviado hasta el AVE y es que nuestros políticos no tienen
peso específico alguno, ni en la Junta ni en el Gobierno Central. Se vienen
caracterizando por su obediencia ciega a los mandamases, sin exigir para esta
tierra lo que sería lógico y justo para cualquier otra provincia.
Nadie lo
entiende y la mayoría de nuestros "meapilas" justificando el trato
discriminatorio que no deja de ser un descaro más que nos hace sentir profunda
rabia e indefensión. Entender la estrategia llevada a cabo por la nueva
presidenta, después de tantas sonrisitas a Sánchez Teruel, es una forma de
tomarle el pelo. En fin, la política hay que vivirla desde dentro para entender
hasta qué punto se practica el juego sucio.
No es de extrañar, en absoluto, la
apatía existente dentro de las propias militancias y del nivel de descrédito tan
grande que se han ganado a pulso sus máximos representantes. Almería se sitúa a
la cabeza de todas las provincias andaluzas en el sector hortícola y es la
primera y el principal motor de nuestras exportaciones a nivel andaluz y
nacional. ¿No sería lógico que el nuevo consejero de agricultura fuera de esta
tierra? ¿O es que los parámetros de medición están rotos para quienes tienen la
potestad de decidir?
Esto lo ve hasta el más ciego, pero la fuerza de la razón
no vale para nada en esta Junta pactada donde todo el mundo se pone a salvo para
que el agua no le llegue al cuello. Algún día pagará el inglés el vino que se
bebió.
Mientras tanto y como de costumbre seguiremos los almerienses siendo
víctimas de las tropelías que se vienen practicando con nuestra tierra. Ni trato
igualitario, ni respeto a nuestras capacidades. Seguiremos siendo el ratón de
cola del progreso en esta tierra indolente y maltratada sin otro mérito que el
que se deriva de las capacidades propias de empresarios emprendedores y
trabajadores incansables muy a pesar del poco reconocimiento que nos tienen
desde Sevilla y de los desprecios que hemos de soportar.
Nos robaron la
denominación de "Tierra del Cine", en beneficio de Alicante. Lo mismo ocurrió con
lo de "Costa del Sol" que se lo atribuyeron los malagueños y suma y sigue que
nuestros méritos no valen para nada. Si no formáramos parte de esta comunidad,
como fue el deseo expreso de nuestro pueblo, al que respetaron bien poco,
quizás otro gallo nos cantaría. (El Almería).
No hay comentarios:
Publicar un comentario