Iván
Gómez
Jefe
de Local de Diario de Almería
Sin
sillas, con un atril en medio de la mozárabe sala de prensa de la Delegación del Gobierno
de la Junta en
Almería y preguntas las justas ante una decena de cámaras con sus respectivos
trípodes. Pasadas las once y media de la mañana comparecía Susana Díaz, la
nueva presidenta de la administración andaluza, en su primera visita
institucional a la provincia, donde decidió iniciar ayer una ronda de contactos
con las principales ciudades que ya había anunciado a principios de mes en el
debate de investidura.
Presidenta y alcalde |
Se iniciaba el curso político de la administración
andaluza en la provincia y lo hacía con nuevos protagonistas. Todo un “gesto de
compromiso”, según confirmó, con Almería y los almerienses con el que tratar de
calmar el malestar suscitado por la decisión de no contar con ningún almeriense
en su Consejo de Gobierno. Dejó a la titular de Agricultura, Elena Víboras, en
la reunión que habían iniciado a las diez y media con representantes del sector
agroalimentario, y se plantó en la sala de prensa con un claro mensaje de
acercamiento a una provincia que se ha sentido distante.
Comprende la polémica. Díaz comprende, o al
menos así lo manifiesta, la polémica por la ausencia de un consejero almeriense
y califica esta aspiración de “natural, lógica y legítima”, si bien argumenta
que quiere que entiendan que Almería está representada por todos y cada uno de
los miembros del Consejo de Gobierno y fundamentalmente por la presidenta de la Junta de Andalucía que va a
estar especialmente atenta a las necesidades, demandas y sugerencias de la provincia.
Toda una declaración de intenciones que no es nueva, ya la hizo Pepe Griñán
cuando remodeló su equipo de gobierno en mayo del pasado año.
En este sentido,
Susana detalló que a la hora de formar a su equipo nunca buscó el lugar de
nacimiento, sino la capacidad de trabajo y el compromiso con todos los
territorios de Andalucía y llegó a cuestionar los beneficios para la provincia
y la influencia que hayan tenido los consejeros almerienses que han pasado por la Junta. “Les invito a
calibrar cuánto de verdad han beneficiado a Almería otros gobiernos en los que
ha habido consejeros de procedencia almeriense”. Toda una insinuación que tiene
a Manolo Recio, Martín Soler e incluso Fuensanta Coves en el punto de mira.
Almería, en el corazón de las decisiones. La
presidenta del Ejecutivo regional manifestó su comprensión con la “lejanía” que
se siente de la toma de decisiones, pero reiteró “esa sensación que no se
resuelve con la presencia de una persona, sino situando en el corazón de las
decisiones a la provincia”. Es más, la sevillana vinculó el desapego y distanciamiento
de los almerienses con la administración andaluza a los “agravios” sufridos por
la provincia, sobre todo en materia de infraestructuras.
Susana Díaz es
consciente de lo poco que han avanzado los grandes proyectos y se mostró a
favor del cambio de rumbo demandado en los últimos días por el alcalde de
Almería y el tejido empresarial. “Voy a estar especialmente atenta para que en
la provincia se sienta el apoyo, la atención y el aliento del gobierno andaluz
y para que haya gestión, diálogo, comunicación y un trato igualitario a todos
los territorios”, dijo minutos antes de partir hacia el Preventorio.
El nuevo tiempo. A
principios de julio visitó la provincia como consejera de Presidencia con su
caravana de la transparencia, implicando a los almerienses en la aprobación de
una ley fundamental para el buen gobierno, y ayer volvía en calidad de
presidenta de la Junta
con otra caravana, la del compromiso, que ha partido de Almería pero hará
escala en el resto de las grandes ciudades en los próximos meses. Pretende que
el “nuevo tiempo” que viene proclamando en política desde que participó en las
primarias socialistas también signifique un “nuevo tiempo” de la Junta de Andalucía en
Almería, con mejores resultados para los intereses de los almerienses.
Acompañada
por la delegada del Gobierno, Sonia Ferrer, y el secretario general del PSOE de
Almería, José Luis Sánchez Teruel, pero en distinto vehículo oficial para
evitar posibles reproches del histórico vínculo entre Junta y PSOE, acudió
después a una reunión con el regidor de la capital, Luis Rogelio Rodríguez, con
la intención de desbloquear todos los proyectos pendientes, “enquistados” por
ambas administraciones desde la reunión que se mantuvo con su antecesor Griñán
en mayo de 2009.
Tres años de distanciamiento. Después de saludar a los portavoces de los tres grupos con
representación en el consistorio almeriense (PP, PSOE e IU) y firmar en el
Libro de Honor, se quedó a solas con Luis Rogelio Rodríguez para abordar
asuntos como el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), la ampliación de la
depuradora de El Bobar y la segunda fase de las obras de rehabilitación de la Plaza Vieja. Después
del encuentro de casi una hora, el primer edil y la presidenta comparecieron a
las puertas del Preventorio con muestras visibles de un notable acercamiento de
posturas tras años de distanciamiento entre las dos administraciones.
Luis
Rogelio Rodríguez definió con “sinceridad y lealtad” el tono de la reunión y
mostró, además, su satisfacción porque Susana Díaz haya iniciado en Almería su
ronda de visitas institucionales a las principales ciudades andaluzas. “No me
he dejado nada en el tintero y he puesto encima de la mesa todo aquello que
debía reivindicar con absoluta lealtad, pero con la firmeza lógica de quienes
llevamos esperando incluso años la resolución de algunos problemas”.
La Plaza Vieja. En este
sentido, el alcalde confió en que la buena actitud mostrada por la jefa del
gobierno andaluz pase “del dicho al hecho” y celebró las “buenas noticias” para
el Ayuntamiento de Almería que trasladó ayer la presidenta. Según Susana Díaz,
el convenio para la segunda fase de la Plaza Vieja está muy avanzado y en breve será
firmado por el alcalde y la consejera de Fomento. También argumentó la
necesidad de que los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del
Territorio y el Ayuntamiento profundicen en la situación en la que se encuentra
el PGOU y, por último, la presidenta de la Junta pidió agilidad al regidor en una
infraestructura tan importante para la ciudad como la depuradora. “Si tenemos
esa agilidad a la que se ha comprometido el alcalde la obra será inminente y de
mucha trascendencia para Almería”, añadió.
Susana Díaz anunció que se ha
abierto ese nuevo marco de interlocución necesario porque si hay pocos recursos
económicos, lo que no puede haber son trabas administrativas y lo que tenemos
que hacer los gobiernos de las administraciones es facilitar las cosas para
mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”. En este sentido, culminó la
valoración del encuentro planteando que “a partir de ahora hay que echar a
andar y creo que los dichos y los hechos tanto del alcalde como de la
presidenta de la Junta
tienen que ser una realidad”. Díaz pidió al regidor su apoyo de cara a la
negociación del nuevo marco de financiación autonómico, ya que “su resultado va
a condicionar las inversiones que están por hacer en Almería y Andalucía”.
Seguirá el vuelo a Sevilla. En
materia de comunicaciones, la presidenta anunció la prórroga del vuelo entre
Almería y Sevilla, cuyo contrato finaliza en enero. “Es un instrumento
necesario que tiene una rentabilidad social y no económica con el que está
comprometido el gobierno andaluz y que lógicamente tiene que seguir
prorrogándose”. La Junta
tendrá que estudiar en los próximos días la renovación del acuerdo con Air
Nostrum por el que se viene operando la ruta aérea desde enero de 2010 con una
obligación de servicio público.
No se pronunció, sin embargo, sobre una de las
asignaturas pendientes desde hace décadas, la Autovía del Almanzora, que
espera al reinicio de las obras en la variante de Albox anunciado antes del
verano por la consejera de Fomento, Elena Cortés, en el pleno del Parlamento.
Tampoco dijo nada de la variante de Roquetas, pero si tuvo tiempo de adelantar
que viene en camino un presupuesto de ajustes extremos orientado a la
protección del Estado del Bienestar y con pocas posibilidades de invertir en
infraestructuras. En fin, si siguen sin llegar los millones a la provincia, el
“nuevo tiempo” de Susana Díaz será sólo una mera declaración de intenciones.
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