Luis Rogelio Rodríguez-Comendador
Alcalde de Almería
La sociedad almeriense ha
respondido con calmada y unánime repulsa al más reciente ninguneo por parte de
los socialistas andaluces marginando una vez más a Almería en la composición del
nuevo gobierno de la Junta. La apresurada primera visita de la presidenta de la
Junta a Almería no es más que el reconocimiento del alcance de su error.
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| La presidenta y el alcalde |
Intentando calmar las agitadas aguas, la presidenta Susana Díaz visitó Almería
hace unos días, repartiendo promesas, sonrisas y buenas palabras. Pero Almería
necesita algo más que un buen ánimo y la mejor de las intenciones. Almería
necesita de una vez que la Junta cumpla sus compromisos y termine obras en lugar
de eternizarse en buenas palabras.
Nunca he sido partidario de posturas hoscas o
de pronunciamientos especialmente agresivos, porque creo que se puede ser
absolutamente firme y absolutamente cordial al mismo tiempo. Y siempre desde la
consideración y el respeto institucional, transmití y recordé a la señora Díaz
que la Junta de Andalucía es una institución morosa con los almerienses,
informal en los plazos y escasamente atenta a nuestras necesidades como capital
y provincia.
De hecho, la entrevista tuvo que celebrarse en la sede provisional
de Alcaldía, en el Preventorio, y no en el Ayuntamiento, que espera desde 2005
la conclusión de unas obras de remodelación que la Junta está dilatando hasta lo
indecible.
Además de este asunto, también insistí ante la señora Díaz en
cuestiones pendientes que tiene el gobierno regional con la ciudad, como la
aprobación del PGOU, el hospital materno infantil o la ampliación de la
depuradora del Bobar, entre otros asuntos de relieve que llevan enquistados y
pendientes de resolución desde hace muchos años.
El contexto en el que se ha
celebrado esta primera reunión ha sido sincero y absolutamente leal, como no
podía ser de otra manera, pero también haciendo hincapié y trasladando con
firmeza los asuntos sobre los que venimos demandando soluciones reales.
Y espero
que más allá del ambiente cordial que ha presidido este encuentro, que nos ha
servido para poner sobre la mesa las reivindicaciones que tenemos a nivel
municipal respecto a la Junta, sea pronto una realidad el anunciado impulso que
la presidenta quiere dar a todos estos temas pendientes, de tal manera que ello
signifique un cambio de rumbo en las políticas que desde hace décadas lleva
desarrollando la Junta en relación a la capital.
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