Isabel Morillo
Jefa de Andalucía de El Correo de Andalucía
La semana política que comienza acogerá en Andalucía el cuarto debate
de investidura en cinco años y el Parlamento andaluz elegirá, con toda probabilidad, a Susana
Díaz como la primera mujer que accederá a la presidencia de la Junta. En
paralelo a la crisis económica, Andalucía ha vivido uno de sus periodos de
mayores cambios e inestabilidad política desde que Manuel Chaves abriera su
sucesión en abril de 2009. Ahora será Díaz la que tomará el timón en un momento
en el que los indicadores económicos señalan que la comunidad no despega
lastrada, sobre todo, por un paro del 36%.
Susana Díaz |
La socialista llega con la promesa de “cambio” y de abrir un
“nuevo tiempo” en Andalucía. Tendrá que materializar ese
mensaje con los datos económicos a la contra, un Presupuesto
que volverá a ser famélico y atendiendo al pacto de Gobierno que mantiene a los
socialistas en el poder junto a Izquierda Unida. La intención es, de momento,
agotar la legislatura. La agenda política seguirá sin duda marcada por la
instrucción del caso de los ERE, la presunta trama corrupta que desvió fondos
públicos de Empleo durante una década.
Díaz apuntó algunas de las claves del guión político que escribirá para su Gobierno ante
su partido, en el Comité Director que la proclamó candidata a suceder a José
Antonio Griñán. Ahí fijó la lucha contra la corrupción y el desempleo como sus
prioridades. No avanzó nada más. Sus colaboradores más cercanos aseguran que
desgranará a este respecto medidas más concretas durante el debate de
investidura que acogerá el miércoles y el jueves la Cámara.
Díaz declaró días atrás que no basta con hacer un Presupuesto de
“resistencia” frente al déficit y los recortes y aseguró que no
vale resignarse. Sin embargo, el margen es muy estrecho. Será su primer gran
reto político. Las cuentas de la comunidad deberán de llegar al Parlamento a
final de octubre. La futura presidenta dejó claro que no contemplaba la
posibilidad de prorrogar las actuales cuentas autonómicas, como harán otras
comunidades. Los socialistas defienden ahora la necesidad de impulsar
“un nuevo modelo económico y productivo” para Andalucía, que
permita la creación de empleo. Ese mensaje no es nuevo aunque, hasta ahora, no
ha tenido ningún resultado tangible en la realidad económica andaluza.Además los
socios de Gobierno, IU, insisten en la necesidad de revisar la política
fiscal y crear nuevos impuestos, de los que hasta ahora han recelado
los socialistas.
Las líneas maestras del Presupuesto deben de estar ya trazadas. Se cuenta con
la salida del Gobierno de la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo,
afectada por el escándalo de los ERE en su etapa como viceconsejera de Griñán.
A su marcha, los grandes datos presupuestarios y los principales programas
deberán de estar ya pintados. Si la consigna sigue siendo mantener a salvo la
sanidad, la educación y los servicios sociales, no hay mucho más que repartir.
Estos asuntos absorben ya más de ocho de cada diez euros de las cuentas
andaluzas. IU ha insistido además en que no comparte que se sigan recortando
derechos laborales a los empleados públicos. No obstante, el
Gobierno tiene todavía pendiente de culminar la reordenación de su sector
público. IU insiste en este asunto aunque pone como condición que no haya
destrucción de puestos de trabajo.
El coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, ha augurado que ésta será una
semana de intenso diálogo entre ambas formaciones. IU ha exigido que la
investidura de Díaz se convierta en una oportunidad para “refrescar” el pacto
alcanzado por los socios tras las pasadas elecciones y que recogía 250
medidas y 28 leyes, la mayoría aún pendientes. Ésa es una de las
exigencias del partido minoritario del Gobierno, que reclama un calendario
legislativo más potente y un impulso a los proyectos en el cajón. Entre sus
prioridades sitúa la creación de una banca pública, del banco de tierras (una
aspiración histórica de los comunistas) y nuevas medidas que llaman de
“regeneración democrática”, ligadas directamente a combatir el daño que el caso
ERE hace a la imagen de la Junta. La actividad legislativa del Parlamento en
este año y medio de la novena legislatura ha estado dominada por los
decretos-leyes (13 de las 20 normas aprobadas), la mayoría relacionados con
medidas de urgencia contra la crisis o los recortes presupuestarios. Ninguna de
las grandes normas incluidas en el acuerdo de PSOE e IU ha visto la luz.
En la manga, la futura presidenta tiene una de las leyes estrella de su
departamento, la ley de transparencia. El PSOE ha apuntado que
esta norma marcará incluso la elaboración y ejecución del próximo Presupuesto.
Ahí, Díaz podría vincular algunos de sus compromisos de lucha contra la
corrupción.
La Junta ya ha iniciado los pasos para recurrir ante el
Constitucional el objetivo de déficit impuesto por el Gobierno a las
comunidades. Será posiblemente la primera batalla legal liderada por Díaz frente
al Ejecutivo de Mariano Rajoy. Todo apunta a que el tono de la confrontación
entre ambos gobiernos seguirá alto en esta nueva etapa política. Dentro de una
semana, el lunes, Díaz anunciará el Gobierno que le acompañará y habrá
cambios.
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