Por mi padre, Miguel Marzo Morante, que no se merece estar tan lejos de Fondón

Daniel Marzo

Fondón

Pagar para vivir, vivir para ver. ¿Existe en Fondón algún político con la más mínima decencia democrática para lograr que mi padre, Miguel Marzo Morante, de 78 años, pueda vivir sus últimos días cerca de los suyos, no en una residencia lejana, donde actualmente se encuentra, en la que recibe las visitas de familiares y principalmente las de sus hijas en una pequeña habitación una o dos veces por semana?

Me han comentado que existían plazas libres en Fuente Victoria y que recientemente han sido ocupadas dos plazas solicitadas medio año después de solicitarla mi padre, al que se la han ido denegando con diversas promesas de que pronto estaría cerca de su familia, a un kilómetro. De esa forma podría acudir a su casa en los días en que aún se encuentra con fuerzas y pasar algunos de sus últimos momentos de vida acompañado de su esposa, que tampoco se encuentra muy bien, y de sus hijas.

No se trata sólo de pagar, sino de dignidad para una persona que ha vivido 78 años en su pueblo, en el que también desempeñó puestos de diversa índole en el Ayuntamiento de Fondón. Actualmente está en la Residencia Nicolás Salmerón, de Alhama de Almería, a donde llegó procedente del Hospital de Poniente.

Deseamos que la política no sea un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir, sino un sincero servicio al ciudadano.