Francisco
Giménez Alemán
Periodista
Los
poderes públicos de Andalucía velarán por el respeto a las libertades y
derechos reconocidos en el artículo 20 de la Constitución ,
especialmente los referidos a la libertad de expresión y al derecho a una
información independiente, plural y veraz. Así comienza el Título VIII del
Estatuto de Andalucía, y si lo traemos a colación no es por otro motivo que el
de señalar uno de los puntos flacos de la Presidenta in péctore, Susana Díaz, que a lo
largo de su paso por la
Consejería de Presidencia de la Junta no ha mostrado el
menor respeto a los medios de comunicación y a sus legítimos intérpretes, los
periodistas.
Susana Díaz |
Es
bien conocido en el mundillo de los información que la aun candidata tiene
listas negras de miembros de su partido donde ha actuado sin miramientos
rodeándose de los amigos y castigando a los críticos. Acaso tales
procedimientos crearon en torno a su figura un clima de miedo escénico que pudo
ser clave a la hora de acudir masivamente en auxilio de la vencedora en el
simulacro de primarias. No es menor el rigor con que la señora Díaz administra
sus relaciones con los medios de comunicación. Sin ningún escrúpulo democrático
ha vetado a informadores y tertulianos, algunos de los cuales han revalidado su
nivel de independencia respecto del poder político al no ser admitidos para
entrevistarla o participar en debates a los que ella estaba invitada.
A
Susana Díaz se le nota demasiado su malestar y contrariedad ante preguntas
incómodas o simplemente impertinentes, ignorando que la obligación del
periodista no es otra que extraer el máximo de información sobre todo en
aquellos asuntos obviados por la propaganda oficial y que constituyen la
almendra de la transparencia en todo régimen democrático. En una región como la
nuestra, en la que la presencia de los medios públicos y de los que se nutren
de los presupuestos publicitarios de la Junta , los modales de la inminente Presidenta son
un peligro real para la libertad de expresión y el pluralismo informativo.
Queremos
pensar que una vez en posesión de su cargo, el próximo sábado, la Presidenta de la Junta , que desde ese momento
lo será de todos los andaluces (de los que piensan como ella y de los que se
oponen, de los afines y de los adversarios, de los que la adulan y de los que
la critican), dejará de lado su descarado sectarismo para elevarse con altura
de miras por encima de simpatías o detractores. No de otra forma puede
entenderse la alta magistratura a la que está llamada esta sencilla mujer de
Triana que, guste o no guste, repitámoslo, será la representante legítima y
democráticamente investida de todos –todos- los andaluces y andaluzas. (El
Correo de Andalucía).
Si lo que dice es cierto solo hay una solución: la lucha por recuperar todo el dinero robado a los ciudadanos por los ERE más sus sanciones y las exigir el cumplimiento de las condenas de los que resulten responsables. Si se hace borrón y cuenta nueva será cómplice de la corrupción. Solo sus hechos avalarán estas palabras. Valderas pretende cerrar en falso el tema ERE y Susana no debe permitirlo. Si tiene que elegir entre el pacto de gobierno o la lucha anticorrupción, la elección debe ser fácil.
ResponderEliminarSerá presidenta de los andaluces y todo lo que se quiera, yo soy almeriense y la Junta de Andalucía me repatea las tripas.
ResponderEliminarA lo mejor te gusta más el gobierno murciano pepero de Valcarcel.
EliminarA lo mejor te gusta más el gobierno murciano pepero de Valcarcel.
Eliminarel partido socialista tiene los días contados... Susanita dice que va a acabar con la corrupción
ResponderEliminarAnda que el PP, que ni si quiera tiene un lider en Andalucia, solo hay que mirar la encuestas y hasta izquierda unida le falta poco para superarle en votos.
EliminarAnda que el PP, que ni si quiera tiene un lider en Andalucia, solo hay que mirar la encuestas y hasta izquierda unida le falta poco para superarle en votos.
EliminarTAMBIÈN ES DE ALMERIA......
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