José
Fernández
Periodista
Se
las dan de progres, de rupturistas y de novedosos, pero son más rancios y más previsibles
que una reposición de “Verano Azul”. Me refiero, naturalmente, a esa célula de
pensadores y estadistas que se reúne en torno a la figura-modelo de doña Susana
Díaz en el Consejo de Gobierno andaluz.
La Junta de Andalucía quiere 'vigilar' los movimientos bancarios de los mayores |
Como
ya no quedan esferas de la vida en donde la Junta de Andalucía no haya nidificado su mensaje
de registro y supervisión, ahora pretende ir más allá (casi “al más allá”) y
extender su control hasta nuestro último aliento. La nueva ocurrencia de la Junta de Andalucía,
formulada como proyecto de Ley, es impedir que los andaluces que vayan a morir “previsiblemente”
en el plazo de un año dispongan libremente de su dinero.
La
explicación de este ramalazo castrista estaría en evitar los fraudes. Es decir,
que la misma administración que ha sido incapaz de detectar el saqueo que se
gestaba dentro de sus propios despachos (los ERE, Invercaria, Mercasevilla…)
quiere vigilar lo que sucede en la puerta de los tanatorios.
No me
digan que no son unos cachondos. Y es que tiene mucha gracia que la misma
administración que tan descuidada ha sido a la hora de marisquear el fraude
entre sus sindicatos cómplices quiera venir ahora a revolotear sobre los moribundos
para evitar que ni vivos ni muertos puedan escaparse de sus necesidades recaudatorias.
Pero
lo mejor de todo es que Susana Díaz, que es presidenta de Andalucía gracias a
la vieja fórmula romana de la herencia, quiera venir ahora a sacar tajada de
las transmisiones familiares que puedan hacerse antes de los fallecimientos y
que siga manteniendo en Andalucía figuras impositivas que han desaparecido en
otras comunidades.
¿Qué
impuesto de sucesión pagó doña Susana por recibir el cargo de Presidenta? A
este paso y dado el estado canino de las arcas andaluzas, la presidenta Díaz acabará
creando la figura del “puntillero fiscal” para acelerar plazos y hacer caja.
Pero de madera.
El dinero debajo de una losa, tiene papàs la Presidenta,que le hagan lo mismo quizàs lo guarde en la tuberia.
ResponderEliminarNo hubo ni impuestos de sucesiones para la presidenta, ni plañideras en el entierro de Griñán, pero actuaron de palmeros todo el socialismo almeriense. Como siempre mendigando y haciendo el ridículo.
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