A qué se dedican algunos en el PSOE de Almería

Gabriel Sánchez Ogáyar
Periodista y Novelista

El periodista, presentador de radio y televisión y escritor Gabriel Sánchez Ogáyar, que fue en su día director de Argar Televisión y de Onda Mediterráneo, escribe en su Facebook el siguiente comentario que por su interés reproducimos:

Sánchez Teruel, el objetivo a batir
Algunos amigos de Almería que sentimos la provincia como algo importante, no sólo porque somos de aquí sino porque entendemos que hay que trabajar por las personas que viven en Almería, hemos decidido poner por escrito lo que comentamos en las sobremesas con un café de por medio. Tan sólo somos observadores de lo que pasa en nuestra provincia, y esto son observaciones que queremos compartir con quienes quieran hacerlo porque creemos que es interesante que se conozcan por la sociedad almeriense y andaluza.

Y queremos empezar por lo que creemos que está pasando en el PSOE de Almería, a raíz de observar cómo sutilmente se está atacando la figura de su secretario general, José Luis Sánchez Teruel, y curiosamente por los mismos que acosaron políticamente en su día a sus antecesores en el cargo, Martín Soler y Diego Asensio. ¿No les parece extraño? Son un clan de personajes que llevan toda su vida pegados a la política, que han hecho de ella su “modus vivendi”, hasta convertirla en su única profesión, y que pretenden que así siga siéndolo hasta su jubilación y mas allá; eso si, con pensiones mucho más elevadas que si hubieran mantenido sus iniciales trabajos “civiles”, aquellos que los tuvieran, que no todos.

A nosotros no nos gusta llamar a este clan “guerrismo”, sino “nonismo”, en referencia al liderazgo que todavía ejerce sobre ellos Nono Amate, quien fuera durante algunos años Secretario General del PSOE, justo antes de Martín Soler. Muchos de ellos en su tiempo fueron “muy guerristas”, otros menos, pero todos unidos contra la irrupción renovadora de Martín Soler, Diego Asensio, Antonio Llaguno, Juan Antonio Segura Vizcaíno o Paco Contreras, entre otros, a los que cedieron el poder orgánico del PSOE almeriense no sin antes pactar a cambio jugosos puestos de supervivencia política en el Puerto de Almería, en las listas del Senado o en las de concejales del Ayuntamiento de Almería, para seguir viviendo de la cosa pública, y de paso los suyos, a los que también siempre han procurado acomodar bien, al menos a los mas cercanos. Para conseguir estas prebendas estaban y están dispuestos a cualquier cosa, todo con tal de no perder el sueldo público, que es lo único que les importa.

También es verdad que aquellos eran unos tiempos en los que el PSOE daba cobertura a quienes habían representado y luchado por sus siglas, cosa que ahora no se ha hecho, por ejemplo, con el último secretario general, Diego Asensio. Ahí le ha faltado coraje a José Luis Sánchez Teruel. Claro que, si se le preguntara por ello, sacaría a colación la rueda de prensa con la que se despidió de su cargo.

Aunque haciendo honor a la verdad hay que reconocer que no todos aquellos personajes públicos de antaño están poniendo las mismas chinas a la actual dirección provincial del PSOE, sino que algunos, como Fernando Martínez, están por lo menos dando el callo. Desde su puesto como secretario general del PSOE de Almería capital se está pateando los barrios de la ciudad uno a uno y creando comisiones de trabajo, que permite a los socialistas volver a pensar en regir los destinos de la ciudad, aunque eso lo alterne con trabajos de fontanería que no le pegan.

Pero el grueso de ese clan de personajes, una verdadera casta, no opera de un modo constructivo. Durante el periodo de tiempo en el que Martín Soler y Diego Asensio lideraron el partido en Almería se acomodaron a su sombra, como hemos dicho, hasta que vieron la coyuntura oportuna para desalojarlos del poder, apoyando la alternativa de José Luis Sánchez Teruel como nuevo secretario general, creyendo que su carácter afable, comedido y no impulsivo lo haría ser una marioneta en sus manos, hasta que pudieran quitárselo de en medio, que no fue otro su objetivo desde el principio, meta que se mantiene al parecer. Pero el nuevo secretario general resultó tener sus criterios propios y la firmeza necesaria para no consentir el incremento de las cuotas de poder de la casta "nonista", abriendo el partido a todo el mundo, lo que ha provocado que desde hace un tiempo se hayan lanzado a una campaña de desprestigio contra José Luis Sánchez Teruel.

La última embestida organizada contra el secretario general viene dada por la actuación conjunta desde hace dos o tres meses por un controvertido personaje, Luis M. Montoya Palencia, y de un acreditado periodista que trabajó en Onda Cero, Pepe Fernández, estando detrás de ambos la alargada sombra del " Nonismo", con sus fontaneros.

La relación de Nono Amate y de Luis Montoya viene de una década atrás, y ambos presumen de que se tienen cogidos de sus “partes nobles”, el uno al otro, por asuntos acaecidos en esos años pasados en los que ambos participaron. Ninguno sacaría nada del otro mientras que el otro hiciera lo mismo. La ley del silencio, que se dice.

Con Pepe Fernández, amigo del tal Montoya, la estrategia de Nono Amate ha sido filtrarle el o alguno de sus fontaneros información adulterada o para que él la adultere. Lo último, unos papeles obtenidos por su colaborador José Antonio Salinas, actual gerente de la Universidad de Almería y hasta hace muy poco Director General de Regadíos, donde se menciona al secretario general en un asunto de presiones a una comunidad de regantes para la adjudicación de obras a una empresa determinada, aprovechando la circunstancia de que José Luis Sánchez Teruel fue también el titular de esa misma Dirección General, pero omitiendo intencionadamente un dato fundamental como lo es que fue Director General una legislatura posterior a la que los hechos denunciados se pudieron dar; vamos, cuatro años después. Pero éstos son así, ¡calumnia que algo queda!

Son la propagación sesgada de informaciones y manipulación de datos, que tienen como objetivo deteriorar la imagen de José Luis Sánchez Teruel y de su equipo más cercano. No se entiende de otra manera los recientes y similares ataques a Adela Segura y a José Manuel Ortiz, delegado territorial de Agricultura y Medio Ambiente, que se ha convertido en una verdadera obsesión para Antonio Bonilla, presidente del partido, al que la alcaldía de Vicar parece que le quema en las manos. Los principales enemigos, "siempre" dentro de la casa.

El paso siguiente es decir a Sevilla: “Fijaos de lo que nos hemos enterado que está pasando en Almería, porque lo están publicando los medios”. Y así una y otra vez en los últimos meses, algo que está perjudicando gravemente a nuestra provincia. Ese es el modus operandi en el que andan algunos dentro del PSOE en Almería, nada preocupados por los problemas de la gente, sino nada más que por los que ellos pudieran tener si el PSOE les diera una patada y los pusiera en su sitio, que es lo que se están ganando a pulso.

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