José
Fernández
Periodista
La
crítica epistolar del empresariado almeriense enumerando los incumplimientos y
demás faltas de respeto de la
Junta del PSOE de Sevilla hacia Almería ha provocado una
reacción alérgica en varios frentes. De un lado en parte de la prensa local
que, al pensar que el gesto empresarial ha tenido un impulso mediático rival,
han puesto la cruz al tema llegando a calificar de “escrache” al envío de una
cortés misiva. Ya ven.
Pero
más sintomática aún ha resultado la erupción sufrida por el secretario provincial
del PSOE, José Luis Sánchez Teruel, que se levantó ayer creyéndose premio Nobel
de Economía e, igual que hizo Samuelson en su célebre parábola, explicó décadas
de ninguneo y mentiras por parte de sus jefes sevillanos reformulando lo de los
cañones y la mantequilla: “Las prioridades de la Junta son claras: antes
pagar las nóminas al personal sanitario y educativo que hacer autovías”.
Es
decir, que los almerienses tenemos que estar contentísimos con el modo en que
Sevilla asigna los recursos económicos de todos los andaluces, aunque tengamos autovías
paradas, hospitales esfumados, el Ayuntamiento en ruinas y tantas otras
cuestiones que ni están ni se esperan.
Debe
ser la falta de costumbre de verse azorado por las críticas de los generalmente
esponjosos empresarios almerienses, pero tan a contrapié le ha cogido esta
relación de agravios que, tras criticar que se censure a la Junta , no ha tenido mejor
ocurrencia que pedir que los empresarios la emprendan contra el Gobierno
central. Y asunto resuelto.
Es
una pena que el comité del Premio Nobel haya concedido ya el correspondiente en
Economía para este año a los estadounidenses Eugene Fama, Lars Peter Hansen y
Robert Shiller por sus análisis de los precios de los activos. Si llega a dar
esta rueda de prensa unos días antes, lo mismo Sánchez Teruel habría recibido una
buena noticia desde Estocolmo.
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